viernes, 31 de diciembre de 2010

Fin de año (Dillon/Lane)

Y seguimos avanzando con pasos más o menos firmes por la vida, con felicidad y también con dolor, con esfuerzo y con sufrimiento, con amor o con desamor, pero seguimos avanzando y seguimos aprendiendo en todos los aspectos. Feliz año nuevo a todos de corazón y que vuestros mayores deseos aún por realizar se hagan realidad. Os dejo con uno de mis montajes musicales, con una de mis parejas favoritas en el cine, Matt Dillon y Diane Lane, aquí jovencísimos en la fabulosa 'Rumble Fish' (La ley de la calle).



PD. Ya está disponible una nueva lista de reproducción musical en el blog.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Bailes de cine (III)

Hoy os acerco otros dos bailes que no podían faltar en esta sección. Se siguen aceptando vuestras sugerencias.



Fiebre del sábado noche (1977)
Es el amo, es el mejor, es el rey de la pista, no hay duda. Nadie ha bailado tanto y tan majestuosamente como lo ha hecho John Travolta, un auténtico ídolo de masas. Él ha sido el Tony Manero de 'Fiebre del sábado noche', ha sido el Danny Zuko de 'Grease', y ha sido el Vincent Vega de 'Pulp Fiction'. Para Saturday Night Fever en concreto, Travolta ensayó con el bailarín profesional Denny Terrio tres horas diarias durante nueve meses, y salía a correr cuatro kilómetros por día. Su duro y sacrificado trabajo finalmente le valió una nominación al Oscar. Es obvio que bailar así requiere una forma física excepcional y unas cualidades sobresalientes, fijaros en ese movimiento de caderas, por eso, chicos, chicas, os recomiendo que no intentéis hacer esto en Nochevieja. Suena You Should Be Dancing, de los Bee Gees, en la discoteca Odisea 2001, un santuario para muchos que cerró en 1987 y fue demolida en 2005.



Scent of a Woman (Esencia de mujer) 1992
No le dieron el Oscar ni por El padrino, ni por Serpico, ni por El padrino II, ni por Tarde de perros, ni por Justicia para todos, ni por Dick Tracy, ni por Glengarry Glenn Ross, se lo dieron por interpretar a un veterano de guerra ciego en 'Esencia de mujer', una recreación de una antigua película del maestro Dino Risi dirigida por Martin Brest e interpretada por Chris O'Donnell, Gabriel Anwar, Philip Seymour Hoffman, Frances Conroy y James Rebhorn entre otros. Al Pacino borda una de sus actuaciones más memorables, una de ésas que se le empiezan a echar de menos. Necesitamos de vuelta al Tony Montana de Scarface, necesitamos al Carlito Brigante de Carlito's Way, necesitamos a Michael Corleone. Estés donde estés, vuelve por favor, vuelve. Suena Por una cabeza, del gran Carlos Gardel.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Cartel y tráiler de 'Blue Valentine'

Una de mis películas más esperadas desde que se estrenara en Sundance el año pasado. Ya hablé de ella hace un tiempo. También pasó por Cannes y el Festival de Toronto, aunque ahora se está viendo gravemente perjudicada por la MPAA, la compañía que se encarga de hacer la clasificación de edades aptas para ver una película en los cines. 'Blue Valentine' ha recibido la calificación NC-17, es decir, no apta para menores de edad, una decisión que no ha causado my buena impresión, especialmente para sus productores, los hermanos Weinstein, que ya denunciaron la situación en los juzgados hace más o menos un mes, y es que a pesar de las magníficas interpretaciones de sus dos protas (Ryan Gosling y Michelle Williams), de las que se están hablando maravillas, parece que pueden verse perjudicadas de cara a los prestigiosos premios de la Academia (los Oscar). De hecho, en todo un arrebato de pundonor, el cartel de la película ya reza lo siguiente: "If there's any justice, Ryan Gosling and Michelle Williams will both earn Oscar nominations for their raw, arresting performances."



Para combatir la que consideran una injusta clasificación por edades de la MPAA, los ejecutivos de la película han creado una página web que recoge firmas en favor de que el recurso de apelación pueda salir adelante. Ésta es su dirección: http://www.thepetitionsite.com/1/blue-valentine-mpaa-rating-appeal/ Ojalá que puedan lograr su objetivo. Nosotros mientras tanto disfrutamos y nos mordemos las uñas con este fantástico tráiler.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La capa, las lanzas y el caballo

No, no es el nombre del capítulo de hoy en 'Hispania', sino tres elementos que pueden condicionar mucho una secuencia: capas, lanzas y un caballo. Bueno, y también la luz, y un improvisado rebaño de cabras...


El grupo rebelde de Viriato.

En el episodio de esta noche, 'Sacrificios', un nuevo peligro se cierne sobre los rebeldes: un cargamento de armas se dirige hacia el campamento romano. Los rebeldes quieren detenerlo, pero hay un problema: es un hispano el que comercia... Alejo. Viriato, incapaz de atacar a su propia gente, da la orden de no hacer nada pero no todos sus hombres están dispuestos a obedecer. Pues bien, ésta es una de las secuencias en las que yo aparezco esta noche. Una de las más difíciles de grabar sin duda, no sólo para mí, Roberto Enríquez también me lo comentaba al terminar.

En pleno monte, muy cerca de una pequeña localidad llamada Garganta la Olla, donde incluso teníamos espectadores que veían los avances del rodaje, nos disponíamos a grabar una secuencia que nos llevaría una tarde entera. La primera vez que me puse una de esas capas hispanas ya advertí que parecían peligrosas, sobre todo para escenas de acción o en las que tienes que correr. A veces te quedan demasiado largas, y si no te la pisas con tus propios pies te la pisa el que viene detrás. De todas formas éste no fue el problema de ese día, fue... otra cosa. Para empezar, justo antes de comenzar a grabar, un rebaño entero de cabras se disponía a pastar justo en nuestra zona de rodaje con el cansino e irritante tintineo de sus cascabeles. Hasta que no desaparecieron no pudimos empezar. Digamos que éste fue el problema número uno. ¿El dos? Nuestras armas. Ya nos habían equipado con falcatas en la primera o segunda toma cuando Roberto Enríquez (Viriato) se da cuenta de que en su diálogo la palabra que aparecía eran "lanzas" y no "falcatas". Total, que de nuevo a quitarnos las falcatas, que no es fácil, ya que las fundas van atadas tras la capa y hay que desatar primero ésta. Por suerte, el equipo que trabaja aquí es maravilloso (¿lo había dicho ya?) y solucionaron el problema número dos en un coser y cantar. Aunque para colmo, los técnicos de iluminación nos indican que estamos en el mínimo de luz. Muchas veces la gente confunde esos grandes focos con el sol, pero no, no es el sol.


Alejo apunta a Darío con una espada. El de la capa azul soy yo sacando todas mis dotes interpretativas a la luz.

Ya con nuestras lanzas en ristre, a mí me preguntan si sería capaz de subirme a un árbol para después saltar de él (con la lanza incluida). Miro al árbol desafiante y pienso que no estoy en tan mala forma como para no subir, y además, si no lo hacía yo, ¿quién iba a hacerlo? Así es que consigo trepar hasta lo alto del árbol, que para vuestra información estaba lleno de zarzas y pinchos, y una vez allí el cámara me indica que tengo que ocultarme un poco más porque se me ve. La ayudante de dirección me lo pide con amabilidad y me da las gracias por tan osado movimiento. Después el director grita acción y yo salto del árbol con la increíble suerte de no perder el equilibro al tocar el suelo, pero de repente me doy cuenta de que algo no va tan bien, mi capa, algo pasa con mi capa, y lo que pasa es que se ha quedado enganchada con una rama.

Como el director no corta la escena, yo intento continuar y tiro de la capa con la ayuda de un compañero que está a mi lado. Al final consigo bajar mi capa y de paso también me llevo un golpe de la lanza de mi compañero en los morros. Nadie dice "corten", y yo intento continuar, al parecer las cosas no van tan mal, pero entonces, para rematar la faena, el caballo de Javier Rey (Alejo), me empieza a soltar colazos en la cara. A pesar de ello, la escena no se corta y yo pienso "joder, pues a lo mejor resulta que estoy pasando desapercibido", pero no, al acabar todos vienen descojonados y me comentan la jugada. Yo la verdad es que estoy deseando ver esta noche cómo demonios han montado esta grandiosa secuencia. Por cierto, quiero pedir perdón al que se haya encargado de editar esto por si le he causado alguna molestia (espero que no).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un día de rodaje en 'Hispania'

Como algunos sabéis, estoy teniendo la suerte de participar en el último gran éxito de la ficción televisiva en España, 'Hispania', que vuelve a emitirse hoy miércoles en Antena 3 a su hora habitual tras el parón técnico de la semana pasada. El equipo entero aún continúa rodando el final de la temporada, batallando en exteriores contra las adversidades del tiempo, pasando frío, mucho frío, y repitiendo tomas para que vosotros, los espectadores, disfrutéis con la serie como os merecéis.

La verdad es que hay tantísimas cosas que contar que no sabría por dónde empezar, así es que antes de pasar a la cuantiosa cantidad de anécdotas que vendrán en sucesivos posts, os describiré cómo suele ser un día de rodaje en la serie. Extrañamente, aunque mi pasión es escribir y permanecer tras las cámaras relevado en un segundo plano, ésta no es la primera vez que aparezco como actor de figuración en un trabajo profesional (en segundo plano también), y parece que ya voy cogiendo la dinámica, a pesar de que nunca he pasado tanto frío como trabajando de esta guisa, pero bueno, ya contaré cada cosa a su debido tiempo...


Los hispanos del poblado de Caura con Merche, la maravillosa mujer que nos controla a todos.

5:50. Suena el despertador y empieza el día. Lo primero es darse una buena ducha para activarse rápido, después me preparo, me bebo un vaso de leche y salgo de casa para coger el coche y conducir durante aproximadamente media hora larga por carretera. Seguramente, sólo con ver la hora que es y la oscuridad y el frío que hace en la calle a muchos ya se os habrían quitado las ganas de ir a rodar, ¿verdad?

7:15. Ésta suele ser la hora habitual a la que se queda por las mañanas para aprovechar todas las horas de luz posibles, pero puede variar en función del plan de rodaje que tenga asignado tu personaje en la serie. Nos reunimos todos en un hotel de la bella zona de La Vera y desde allí nos trasladan en vehículos de producción hasta el lugar de rodaje de ese día (poblado hispano, campamento romano, monte...)

7:45. Aquí ya empiezas a perder un poco la noción del tiempo. Te deshaces de todos tus efectos personales y entras en la carpa de vestuario para que te cambien y te vistan a la moda hispana o romana, en mi caso hispana (una especie de camisón con un fajín en la cintura, botas o sandalias y una capa a la espalda). La gente de vestuario se lo curra mucho, no se les escapa ni un detalle y no te dan el visto bueno hasta que te vean perfecto. A veces eso puede llevar un rato. Después sales de la carpa y entonces te das cuenta de verdad de que hace un frío que pela, pero seguidamente entras en otra carpa, la de maquillaje, donde suele haber un calefactor de los buenos que se agradece. La gente de maquillaje es bastante simpática, y a pesar de las horas que son, se nota que sienten auténtica devoción por lo que hacen. De hecho creo que se lo pasan pipa poniéndonos sangre por el cuerpo y ensuciándonos la cara, el pelo y las piernas a conciencia. Y en tiempo récord Su trabajo prácticamente hace que a veces casi no tengas que actuar. Una maravilla.


Un compañero y yo tomándonos el café de por la mañana. No lo parece pero hace un frío de coj...

8 y algo. Mientras esperas a que acaben de vestir y maquillar al resto de tus compañeros, aprovechas para ir a tomar un café y unos bollos para desayunar. Como no vayas con energia a rodar acabarás destrozado antes de mediodía. Habla la experiencia, aunque esto es duro para todos por igual. Muchas veces es divertido y te lo pasas bien con tus colegas, pero otras resulta bastante jodido, sobre todo mentalmente más que físicamente, y repito, esto es para todo el equipo por igual. De todas formas siempre es reconfortante ver que el trabajo se hace bien y que además a la gente le gusta. No hay mejor recompensa que ésa (además de la parte económica, claro está).

De 8 y pico a 11:30. Otro vehículo de producción te lleva los metros necesarios hasta el lugar exacto donde la gente de arte y atrezzo tienen preparados los decorados. Allí obedeces las órdenes de nuestra querida coordinadora, que nos maneja y nos cuida como nadie. También tenemos carpa propia con calefactor para descansar entre toma y toma, nevera (aunque ahora casi no hace falta) con agua y refrescos por si necesitas recomponerte o por si simplemente te apetece. En nuestra carpa suele ser donde pasamos los mejores momentos y nos echamos las mayores risas con las singularidades de cada uno. Pasar un rato al lado de Hovik Keuchkerian (Sandro) no tiene precio. De vez en cuando también nos echan alguna bronca porque hacemos demasiado ruido mientras descansamos, y es que cuando el director marca silencio allí no puede hablar ni cristo. Después de unas horas bastante ajetreadas filmando un mayor o menor número de secuencias, viene uno de mis momentos favoritos del día, ése en el que dicen: "Descanso para bocadillo".

De 12:00 a 15:00 (o más). En esta franja de tiempo hacemos lo mismo que en la anterior. Rodamos, descansamos, rodamos, descansamos. Por supuesto, también hay problemas. De vez en cuando las escenas no salen todo lo bien que deberían y tenemos que repetir varias veces. Normalmente el descontento general viene cuando el director y sus ayudantes dicen eso de: "Volvemos a primera", que significa que hay que volver a repetirlo todo, y vale, si se hace dos, tres e incluso hasta cuatro veces, pues no está tan mal. El problema viene cuando esa fatídica frase se repite ya más de cinco veces y tú te mueres de frío aunque te traigan mantas mientras retomas la acción. Y si se pone a llover ya ni te cuento. Después viene mi segundo momento favorito del día, cuando dicen: "Cortamos para comida".


Juanjo Ballesta y yo después de recibir una buena paliza.

15:00 (o la hora que sea). Adoro a la gente de catering, ellos no lo saben pero les quiero con locura. El viernes pasado me acerqué a la mesa donde te sirven la comida sin una idea muy clara de lo que quería y la chica me preguntó qué iba a comer. Yo le respondí que me diera lo que quisiera, cualquier cosa, y ella me sirvió un generoso plato de una deliciosa sopa de arroz bien caliente que me dejó como nuevo y me quitó durante un buen rato el frío del cuerpo. Pequeños detalles así son los que un servidor valora. Aparte de eso, en la carpa de catering suele ser donde la mayor parte de los trabajadores coinciden unos con otros. No es extraño que por ejemplo la amable y educada Nathalie Poza coma a tu lado, o que vayas a echarte una ensalada y le cedas el último tomate fresco a la dulce Manuela Vellés, o en última instancia, que un productor estresado charle por teléfono sobre temas de presupuesto.

De 16:00 hasta el anochecer. Hay jornadas en las que acabas antes y otras en las que terminas más tarde, según para lo que te necesiten. Por lo demás, en esta franja continuamos rodando igual que por la mañana, sólo que un poco más cansados. Antes de comenzar una nueva toma, los encargados de vestuario y maquillaje revisan que todo siga perfecto e incluso si lo ven necesario te dan algún retoque de última hora. Así hasta que te digan que has acabado. A continuación, si te necesitan para realizar algún racord, la script te hace una foto y listo.

Sobre las 19:00. Te vuelves a cambiar, te quitas el maquillaje (o no si quieres darle un susto a alguien), te despides de todos, y un autobús te lleva hasta tu coche para que puedas volver a casa después de un duro pero productivo día de trabajo. Después lo único que te apetece es relajarte en el sofá, leer un libro o ver la tele, y si da la casualidad de que ponen 'Hispania' pues mucho mejor.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Bailes de cine (II)

Segunda entrega de los bailes de cine que más me gustan, que son muchos y muy variados. Hoy tocan dos de dos películas realizadas en blanco y negro. Allá vamos:



Bande à part (Banda aparte) 1964
Nos situamos en pleno apogeo de lo que sería conocido como la Nueva Ola (Nouvelle Vague) francesa. 'Banda aparte' es una de mis películas favoritas de Jean-Luc Godard, alguien que no me cae demasiado bien aunque admiro algunas de sus obras (Al final de la escapada, Vivir su vida). Curiosamente, en todas las que me gustan está la dulce y atrayente Anna Karina, por algo será. Creo que no es la primera vez que hablo de este baile en el blog, un baile y una película que han influido en la carrera de otros muchos directores, por ejemplo, puede que os suene algo al baile de 'Simple Men' de Hal Hartley que publicaba la semana pasada, pero sobre todo, puede que os recuerde también al estilo de Quentin Tarantino, un auténtico devorador de cine que después da su propia visión de todo aquello que le ha influenciado, que no es poco. Banda aparte fue una de esas influencias, de hecho, hasta su propia productora se llama así. Sin más dilación, Anna Karina, Sami Frey, Claude Brasseur y el propio Godard narrando la acción y los sentimientos de los personajes:



Down by Law (Bajo el peso de la ley) 1986
La verdad es que siento cierta predilección por el cine de Jim Jarmusch (Noche en la tierra, Ghost Dog, Mistery Train, Flores Rotas), por su naturalismo, por la comedia y el drama de sus personajes, y por sus interminables fundidos a negro. He estado a punto de decidirme a poner a Eszter Balint bailando sola en 'Extranos en el paraíso', pero al final he elegido otro que tampoco tiene grandes pasos ni demasiada elegancia, he elegido uno que para mí representa de forma perfecta lo que es el amor y la felicidad. El magnífico Tom Waits y el no menos grande John Lurie observan aquí a los memorables Roberto Benigni y Nicoletta Braschi, pareja también en la vida real. Disfrutadlo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Bailes de cine (I)

Bailes de cine. En esta sección iré publicando algunos de mis bailes favoritos de cine. Algunos serán más reconocidos que otros, aunque eso depende también del gusto propio de la persona a la que se dirija. Hoy publicaré los dos primeros, dos bailes de dos películas relativamente modernas.



Simple Men, de Hal Hartley (1992)
Sin duda en esta grandísima película nos encontramos con uno de los bailes que más gustan, por eso lo pongo en primer lugar. Ya he perdido incluso la cuenta de veces que debo haberlo visualizado. Protagonizada por Robert Burke, Bill Sages, Karen Sillas y Elina Löwensohn, y dirigida por uno de los padres del cine independiente norteamericano, el neoyorquino Hal Hartley (Amateur, Trust, Flirt, Henry Fool, Fay Grim). Suena Kool Thing, de Sonic Youth. Simplemente legendario, para qué decir más.



Little Miss Sunshine, de Jonathan Dayton y Valerie Faris (2006)
Cuánto me divertí y cuántas cosas sentí viendo 'Pequeña Miss Sunshine'. La historia de una familia hecha añicos que emprende un viaje básicamente de reconstrucción de todas esas piezas rotas, aunque ellos no lo sepan aún, porque una buena comedia siempre debe tener un buen trasfondo dramático. Eso es 'Little Miss Sunshine', justa vencedora del Oscar al mejor guión escrito por Michael Arndt. Y encima va Abigail Breslin y nos sorprende con este sensacional baile acompañada por Greg Kinnear, Paul Dano, Steve Carell, Toni Collette y Alan Arkin, el abuelo que espera en el maletero del coche. Suena Super Freak, de Rick James.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Una victoria más

Fuente: FormulaTV.com

Los rebeldes de 'Hispania' ganan a Belén Esteban con nuevo récord. La ficción de Antena 3 registra un 25,8% frente al 15,2% de 'España pregunta, Belén responde'.

'Hispania' se consolida como la ficción más exitosa en este inicio de temporada. Anoche el tercer capítulo de la serie barrió a la competencia tras hacerse con el 25,8% del público. Un total de 4.793.000 espectadores no quisieron perderse las aventuras de Viriato y sus rebeldes. En una semana la producción de Bambú Producciones baja 323.000 fieles pero gana +1,1 puntos, y supera en datos generales al especial 'Sálvame deluxe' de Telecinco.

En su estricta franja de coincidencia (22:34-23:57), 'Hispania' reunió a 4.810.000 espectadores (25,4%) y el programa de Belén Esteban 3.239.000 espectadores (17,1%). La diferencia entre ambos espacios fue concretamente de 8,3 puntos y más de un millón y medio de personas (1.571.000).

Audiencias 'Hispania'
Capítulo 1 (25/10/2010): 4.768.000 espectadores y un 22,7%
Capítulo 2 (27/10/2010): 5.116.000 espectadores y un 24,7%
Capítulo 3 (03/11/2010): 4.793.000 espectadores y un 25,8%

Minuto de Oro
'Hispania, la leyenda' (Antena 3) 23:42 horas / 5.583.000 espectadores y 33,3%

miércoles, 27 de octubre de 2010

Segundo Asalto

Esta noche a las 22:00 se emite en Antena 3 el segundo capítulo de Hispania. Tras ganar el lunes en audiencia a la serie competidora de Telecirco (esa especie de comedia monárquica), hoy se busca repetir la hazaña y dejar claro que el combate es nuestro. Es la batalla de la humildad contra la prepotencia, de la honradez contra la telebasura y la hipocresía. Aunque la mayor diferencia entre estas dos cadenas es que a Antena 3 le importa su producto y a la otra no. Unos cuidan lo suyo y los otros lo usan como arma de destrucción. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio si es que no lo ha hecho ya.

En fin, nosotros a lo nuestro, esta noche segundo capítulo, 'La liberación de los esclavos'. Héctor, hermano de Sandro, un personaje interesado y nada de fiar, regresa a Caura. Tras enterarse de que su hermano se ha unido a Viriato en una cruzada contra Roma, decide sumarse al grupo rebelde; pero sus planes no son nada heroicos...
Galba descubre a Nerea entre los esclavos hispanos y queda prendado de ella. Pide que se la preparen para ser su amante esa noche. Alejo, un noble hispano, llega a casa de Teodoro. Éste se lo presenta inmediatamente a su hija, Helena: se trata de su futuro marido...

lunes, 25 de octubre de 2010

Hispania, esta noche estreno

Pues eso, que esta noche a las 22:15 y tras un largo tira y afloja contra Telecirco en la guerra de audiencias, por fin se estrena en Antena 3 'Hispania', la nueva serie en la que estoy teniendo el gusto de trabajar, aunque no precisamente como guionista, para esos detalles está Natxo López y su recomendable blog 'El guionista hastiado'.



En esta ocasión yo me he pasado al otro lado, en lugar de estar tras las cámaras, esta vez estoy delante, haciendo de un simple y llano aldeano hispano de Lusitania, ese pueblo liderado por Viriato (Roberto Enríquez) para oponer resistencia ante las fuerzas romanas de Servio Sulpicio Galba (Lluís Homar) que intentan conquistar nuestro territorio allá por el año 150 a. C.

Completan el reparto los maravillosos y maravillosas Ana de Armas, Juan José Ballesta, Manuela Vellés (la adoro), Nathalie Poza, Jesús Olmedo, Ángela Cremonte, Alfonso Bassave, Hovik Keuchkerian, Antonio Gil, y alguien más del que seguro me estoy olvidando y espero que me perdone. En la dirección tenemos a cuatro genios capaces de convertir el agua en vino, ya os explicaré porqué: Carlos Sedes (Gran Reserva), Alberto Rodríguez (After, 7 Vírgenes), Santi Amodeo (Cabeza de perro), y Jorge Sánchez-Cabezudo (La noche de los girasoles).

También quisiera mencionar el inmenso y gran trabajo de todo el resto de la gente que hace posible esta serie, guionistas, directores de fotografía, ayudantes de dirección, producción, montaje, sonido, iluminación, maquillaje y peluquería, vestuario, atrezzo, directores de casting, figuración, entrenadores, transporte, catering, a todos, absolutamente a todos, porque sin ellos las piezas de ese engranaje tan vital no podrían rodar. Y por supuesto, no hay que olvidar a la gente que nos paga, Bambú Producciones, que está haciendo una labor digna de alabanza. Para mí es un enorme placer poder trabajar al lado de todos estos figuras, y además resulta muy didáctico compartir todas estas horas con cada profesional, porque al final de la jornada siempre acabas aprendiendo algo nuevo y valioso de ellos. Posiblemente el compañerismo sea la palabra más acertada para definir lo que se vive aquí. Y qué bien suena esa palabra cuando se aplica bien: compañerismo.



Yo hoy me encuentro en pleno set de rodaje con todos ellos en la comarca de La Vera, filmando los últimos capítulos de la temporada, y ni siquiera sé si llegaré a tiempo a casa para ver el primero, pero os animo a todos a que esta noche sintonicéis Antena 3 porque os prometo que vais a ver algo espectacular, hecho con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación, un producto realizado con esmero en el que se intenta cuidar hasta el último detalle, algo que sé que la gente sabrá valorar. Recordadlo, Hispania, a las 22:15.
Con el paso de los días también iré contando alguna que otra anécdota, y si os portáis bien, puede que incluso os traiga algunas fotos y vídeos.

Os invito también a visitar la página web oficial de la serie (http://www.antena3.com/series/hispania/), donde encontraréis vídeos exclusivos, fotos y toda la información necesaria sobre el rodaje. Además, si os perdéis algún capítulo, en la propia web de Antena 3 podréis verlos repetidos tantas veces como queráis. La leyenda empieza hoy...

miércoles, 20 de octubre de 2010

Eileen Wade - Nina van Pallandt

En una de mis películas favoritas de la historia del cine, 'El largo adiós', de Robert Altman, con guión adaptado por Leigh Brackett (El sueño eterno) de la novela homónima de Raymond Chandler, Nina van Pallandt, esa preciosidad de mujer, actriz, cantante y baronesa, interpretaba al personaje Eileen Wade, la esposa de un famoso escritor alcohólico. Aparte de la estelar interpretación que Elliott Gould nos ofrece del detective Philip Marlowe, de la que hablaré otro día, me parece interesante la descripción que Chandler realiza sobre Eileen. No sé quién fue el director de casting de la película o si fue decisión del propio Altman hacerse con los servicios de Nina Pallandt, pero... ¿se puede dar más en el clavo?



El mozo pasó a mi lado y dirigió una mirada suave al débil whisky con agua de mi vaso. Sacudí la cabeza y el mozo siguió de largo. Fue entonces cuando entró en el bar un verdadero sueño en forma de mujer. Por un instante me pareció que todo sonido se había apagado en el bar, que los dos graciosos habían cesado de negociar y que el borracho sentado en el taburete había dejado de mascullar; fue como cuando el director de orquesta golpea con la batuta en el atril, levanta los brazos, y mantiene a todos en suspense. Era delgada y bastante alta; llevaba un traje sastre de hilo blanco con un pañuelo de pintitas blancas y negras alrededor del cuello. El cabello era de color oro pálido, como el de las princesas de los cuentos de hadas. El pequeño sombrero y el cabello dorado alrededor recordaban a un pájaro en su nido. Los ojos eran de un color extraño, azul violáceo, y las pestañas largas y quizá demasiado claras. Se dirigió hacia la mesa de enfrente y empezó a quitarse los guantes blancos. El mozo se acercó enseguida y le apartó la mesa de tal forma y con tanta deferencia como ningún mozo del mundo me la hubiera apartado a mí. La joven se sentó, aseguró los guantes con una cadenita de la cartera y agradeció al mozo con una sonrisa tan suave, tan exquisitamente pura, que el hombre casi quedó paralizado por la emoción. Ella le dijo algo en voz baja y el mozo, después de inclinarse hacia adelante, salió casi corriendo. He ahí un tipo que realmente tenía una misión en la vida.

Le clavé la vista y ella captó mi mirada. Levantó los ojos un centímetro y me pareció que había dejado de existir: casi perdí el aliento.

Hay rubias y rubias, y hoy es casi una palabra que se toma en broma. Todas las rubias tienen su no sé qué, excepto tal vez las metálicas, que son tan rubias como un zulú. Existe la rubia pequeña y agradable, que gorjea como los pájaros, y la rubia alta y estatuaria, que lo envuelve a uno en una mirada azul de hielo. Existe la rubia que lo mira a uno de arriba a abajo y tiene un perfume encantador y resplandece tenuemente y se cuelga del brazo y está siempre muy, muy cansada cuando la acompañas a su casa. Ella hace ese maldito gesto de impotencia y tiene ese maldito dolor de cabeza y te gustaría aporrearla, aunque estés contento de haber descubierto lo del dolor de cabeza antes de haber invertido en ella demasiado tiempo, dinero y esperanzas. Porque el dolor de cabeza siempre estará así, es un arma que nunca deja de usarse, y tan mortífera como la espada del asesino o el frasco de veneno de Lucrecia.

Existe la rubia dulce, dispuesta y aficionada a la bebida, y que no le importa lo que lleva puesto —siempre que sea visón —o adónde va— siempre que sea el “Starlight Roof” y haya mucho champán seco—. Existe la rubia pequeña y altiva que es una verdadera compañera y quiere pagar ella su cuenta y está llena de luz de sol y de sentido común, que sabe judo y puede lanzar al aire, por encima del hombro, al conductor de un camión, sin perderse más de una frase del editorial del Saturday Review. Existe la rubia pálida, pálida, con anemia de tipo incurable, pero no fatal. Es muy lánguida y muy sombría y habla suavemente como salida de no sé dónde, y no la puedes poner un dedo encima, en primer lugar porque no tienes ganas, y en segundo lugar porque está leyendo La tierra perdida o Dante en el original o Kafka o Kierkegaard, o porque estudia dialecto provenzal. Adora la música, y cuando la filarmónica de Nueva York está tocando Hindemith, puede decirte cuál de los seis contrabajos entró un cuarto de tiempo más tarde. He oído decir que Toscanini también es capaz de ello. Eso quiere decir que ya son dos.

Y por último existe la muñeca maravillosa y encantadora que sobrevive a tres reyes del hampa y después se casa con un par de millonarios a un millón por cabeza y termina con una villa de color rosa pálido en Cap d'Antibes, un coche Alfa Romeo completo, con chófer y acompañante, y una caballeriza de aristócratas enmohecidos a los que tratará con la atención distraída y afectuosa conque un anciano duque dice buenas noches a su criado.

Aquel sueño atravesado en mi camino no pertenecía a ninguna de esas categorías; ni siquiera era de este mundo. Era inclasificable: tan remota y clara como el agua de la montaña, tan evasiva como su color.

martes, 12 de octubre de 2010

Los comienzos de Edward Burns (III)

Última parte.
Continúa de la entrada anterior...


Unas semanas más tarde, mi suerte cambió. Inscribí Los Hermanos McMullen en el Mercado de Cine Independiente como trabajo en curso. Bob Hawk, uno de mis primeros fans, vio la película y se la recomendó a la periodista Amy Taubin, del Village Voice. Después ella escribió un artículo haciendo una bonita mención hacia la película (la primera y última vez que espero algo así del Village Voice). Su única crítica fue "nulo atractivo comercial". Supongo que puedo aguantar ese tipo de críticas. Tras la publicación del artículo, volví a enviar la cinta a todas las compañías de distribución. Recibí más cartas de rechazo, pero podía sentir que la bola comenzaba a rodar.

A través de un amigo conseguimos hacerle llegar una copia de la película a David Evans, un ejecutivo de la Twentieth Century-Fox. A David le encantó y mostró un especial interés personal hacia ella. Después él mismo se la envió a Tom Rothman, que estaba al cargo de Fox Searchlight. A Tom también le gustó y me llamó para decírmelo, pero Searchlight no podía comprometerse a hacer nada por el momento. Le envié otra copia a James Shamus de Good Machine, una productora independiente de Nueva York. Nada más ver la película me dijeron que había algo en ella que les gustaba, y me ayudaron a editar un nuevo montaje de 98 minutos de duración. También pensé que necesitaría a un abogado para manejar todo el marco jurídico de las cosas, y conocí a un gran tipo llamado John Sloss, que representaba a John Sayles, uno de mis héroes, así que le contratamos y la bola siguió rodando.

El 12 de Noviembre de 1994 recibí una llamada del Festival de Cine de Sundance para darme la mejor noticia de mi vida, Los Hermanos McMullen había sido seleccionada a concurso. Pero ahora teníamos un nuevo problema, el festival era dentro de dos meses y todavía necesitábamos algo más de dinero para acabar el nuevo montaje y pasar la película de 16mm a 35mm. Así que llamamos a nuestro amigo Tom Rothman de Fox Searchlight, que nos ayudó con todo para terminar la cinta definitiva justo dos días antes del estreno en Park City, Utah.

Puesto que habíamos acabado el nuevo montaje apenas 48 horas antes, aquella era la primera vez que veía el resultado final de principio a fin proyectado en una pantalla. Ninguna persona sentada en aquellas butacas había oído hablar nunca de mí ni de la película, así que supongo que fueron sin ninguna expectativa. Durante la primera secuencia, todos empezaron a reír de forma continuada, y cuando ya íbamos por la mitad, una señora que estaba sentada a mi lado se me acercó al oído y me dijo, "No te preocupes, les está encantando". Al finalizar, se podía sentir un entusiasmo general en toda la sala que jamás podría haber imaginado. En aquel momento supe que mi vida ya no volvería a ser la misma.

Inmediatamente después de la proyección fui asaltado por una horda de productores y agentes de Hollywood que me dejaron cerca de doscientas tarjetas de negocios en las manos. Por supuesto, primero teníamos que comer, y luego a lo mejor podríamos viajar a Los Angeles. Para este tipo de cosas siempre tienes que viajar a LA. Más tarde decidí coger todas esas tarjetas y las añadí voluntariamente a mi colección de cartas de rechazo. Fue una forma fácil de decicir que no firmaría ningún contrato con ninguno de ellos. Aquella noche le vendimos la película a Tom Rothman y a Fox Searchlight, y un mes después ellos mismos nos dieron luz verde para empezar a rodar She's the One.




Nice Guy Johnny, su nueva película, estará disponible el próximo 26 de Octubre en todo el mundo.
http://www.edwardburns.net/

sábado, 9 de octubre de 2010

Los comienzos de Edward Burns (II)

Continúa de la entrada anterior...



Al salir de la escuela de cine comencé a buscar trabajo en el negocio del entretenimiento. Durante cuatro años trabajé como asistente de producción en las oficinas de Entertainment Tonight en Nueva York. Mis principales responsabilidades eran conducir un coche alrededor de Manhattan, llevar las luces y trípodes, y conseguir café para cualquiera que lo pidiera. La gran ventaja era que durante las filmaciones, tenía bastante tiempo libre para hacer lo que me diera la gana, así que me metía en alguna oficina vacía y empezaba a escribir guiones. En los primeros dos años escribí cuatro guiones y los envié a varias productoras y agentes que yo mismo me encargaba de localizar.

Si os dedicais a esto deberíais saber que la parte más complicada de escribir un guión no es escribirlo en sí, sino encontrar a alguien del negocio que pueda leerlo después. Así que todos los días escribía, llamaba y buscaba a alguien que me pudiera ayudar, pero no hacía más que recibir cartas de rechazo, unas doscientas tenía ya en mi colección, lo que me hizo sentir como un auténtico perdedor. Habían pasado ya tres años desde que hice Hey Sco, y no conseguía llegar a ninguna parte como guionista, de hecho, John Tesh, el presentador principal de Entertainment Tonight ni siquiera conocía mi nombre, aunque como el plató principal estaba en Los Angeles no había ninguna razón para que lo supiera.

Un día mi padre decidió llevarme a comer fuera. Quedamos en la taberna White Horse, en el West Village, y nos tomamos unas hamburguesas y varias cervezas. Yo empecé a contarle sobre el asco que me producía Hollywood por no darme una oportunidad. Entonces él me miró y me dijo: "si eres cineasta, ¿por qué simplemente no haces una película? ¿por qué necesitas a Hollywood?" Intenté convencerle de que eso no era precisamente una tarea fácil, y que para conseguirlo necesitaría al menos un millón de dólares. Él me contestó que eso eran gilipolleces y me preguntó que cuánto me había costado hacer Hey Sco. Le dije que cerca de tres mil dólares. Después él me volvió a preguntar que cuánto duraba aquella película, yo le dije que quince minutos, hasta que finalmente dedujo, si Hey Sco te costó tres mil dólares y duraba quince minutos, ¿por qué no puedes hacer una película de noventa minutos con dieciocho mil dólares? Le dije que no lo había pensado nunca de esa manera. Mi padre me sugirió que dejara de lloriquear y escribiera un guión que costara unos dieciocho mil dólares. Al día siguiente, entre los descansos en el trabajo, me senté y comencé a escribir el guión de Los Hermanos McMullen.

Por aquellos años se acababan de estrenar películas como Laws of Gravity de Nick Gomez y Metropolitan, de Whit Stillman. El presupuesto de la primera fue de cuarenta mil dólares, y el de la segunda de doscientos mil. Ellos me sirvieron de motivación y también como inspiración para lo que yo estaba intentado hacer. Lo primero en lo que pensé a la hora de escribir el guión fue en localizaciones en las pudiera rodar gratis. Aquello incluía la casa de mis padres, los apartamentos de mis amigos, Central Park, y las calles de Nueva York. Pero sabía por experiencia que lo que más me costaría sería conseguir un buen casting con tan poco dinero, así que por ese motivo también decidí incluirme yo mismo en el reparto.

Pertenezco a una familia católico-irlandesa, y mis amigos y yo siempre nos preguntábamos por qué no había películas que contaran la vida de personas como nosotros. Hemos visto a los italo-americanos con Scorsese y Coppola, a los judíos americanos con Woody Allen y Barry Levinson, y a los afroamericanos con Spike Lee y John Singleton. Por lo tanto, yo quería hacer algo que retratara cómo es la vida en Nueva York de una familia católico-irlandesa. También me interesaba explorar la relación que hay entre los hermanos, que es completamente diferente a la que puedes tener con tus amigos, padres, hermanas o novias. Tres meses después terminé un primer borrador del guión y elaboré un presupuesto que se elevaba hasta los veinticinco mil dólares. Entre mi padre y algunos de sus amigos conseguí diez mil, un dinero que al menos me dejaría comenzar el rodaje. Mi idea para después era cortar varias escenas y montar un primer tráiler que usaríamos para conseguir el resto del presupuesto.

Dick Fisher, uno de los cámaras con los que estaba trabajando en Entertainment Tonight, aceptó filmar la película y nos prestó de todo: la cámara, el equipo de sonido, su coche, su apartamento y varias cosillas más. El resto del equipo lo formaban buenos amigos míos que se prestaron a darme su tiempo sin cobrar un duro. Si no conseguíamos vender la película ya me veía pagando favores durante el resto de mi vida. Lo siguiente fue conseguir el casting, así que publiqué un anuncio en la revista Back Stage: "Película sin presupuesto busca actores irlandeses - Sin Remuneración - Comidas Incluidas". Recibí cerca de quince mil respuestas en apenas tres semanas, y pensé, bueno, esto va a ser fácil. No resultó ser el caso.

Empezamos a rodar en Octubre de 1993 y fue muy duro. No os podéis ni hacer una idea de lo complicado que es coordinar un rodaje en localizaciones públicas y sin haber pagado un centavo por ellas, ni por el equipo, ni por el material de rodaje, y conseguir un reparto de actores durante sólo un día cuando lo único con lo que les puedes pagar es con la promesa de dos porciones de pizza para comer. Durante los tres siguientes meses tan sólo habíamos podido rodar seis días, sin embargo, ya teníamos algo más de la mitad de la película. Con mucho esfuerzo conseguíamos rodar cerca de doce páginas de guión cada día, y a pesar de todos los contratiempos, tengo que admitir que esos seis días han sido los seis días más grandes de toda mi vida.

Entonces comenzó el desastre. Los diez mil dólares volaron cuando me vi obligado a ingresar en el hospital para una apendectomía de emergencia. El día que salí del hospital, a Dick Fisher le diagnosticaron una hernia discal que le mantuvo fuera más de un mes, y a todo esto hay que añadirle dos de las peores tormentas de nieve que la ciudad de Nueva York ha vivido en años. El rodaje se pospuso hasta Marzo, cuando nos reunimos todos en el apartamento de uno de mis actores principales, Jack Mulcahy (Porky's), para discutir qué iba suceder con todo. Allí me aseguraron que el equipo seguiría conmigo hasta el final. Mi padre me prestó otros cinco mil dólares, y después, Irving Young, de DuArt Film Labs, nos salvó el día concediéndonos el resto del presupuesto para terminar la película. El rodaje se puso en marcha de nuevo en Saint Patrick's Day, un buen augurio. Filmamos doce días durante las siguientes seis semanas, y acabamos a finales de Abril, ocho meses después del comienzo.


Después, Dick y yo editamos la película durante los siguientes meses. Hicimos un montaje de dos horas en VHS y enviamos copias a todas las compañias de distribución del país, grandes y pequeñas, incluyendo Miramax, New Line, Paramount, Sony Classics y Sam Goldwyn. Lo único que recibí fueron más cartas de rechazo para añadir a mi colección, y todas decían exactamente lo mismo: "Aunque su película promete, por el momento no se ajusta a nuestras necesidades de distribución". Así que probé a enviarla a festivales, pero nada, todos me rechazaron, incluyendo el Festival de Cine de Hampton, y eso que yo soy de Long Island ¡por Dios Santo!


Volví a quedar con mi padre para tomar unas cervezas en la taberna White Horse y hablar sobre mi futuro en el cine. Mi viejo me escuchó atentamente cuando le conté lo injustos y sucios que son los festivales y las compañías de distribución. Estaba en el filo de la navaja y sin saber qué hacer en la vida. Él me preguntó entonces si quería hacer el examen para la academia de policía a finales de mes, yo, por supuesto, le dije que no, que lo que quería era ser cineasta. Él me contestó, bueno, has hecho una película hijo, ya eres cineasta. Yo no opinaba lo mismo, después mi padre me dijo que cerrara el pico, y que si realmente había disfrutado tanto escribiendo y dirigiendo no tenía que importarme una mierda lo que pensaran esos capullos de Hollywood sobre mi trabajo, me dijo que si lo había disfrutado tanto, que dejara de lloriquear de nuevo y que volviera a hacer otra película, y que si ésa tampoco les gustaba, que hiciera otra, y otra, y otra, pero que si hacía esto por ser un pez gordo de Hollywood y asistir a fiestas con famosos que me olvidara del tema. Esa misma noche comencé a escribir el guión de She's the One.


continuará... (en tres días la tercera y última parte)

viernes, 1 de octubre de 2010

Los comienzos de Edward Burns (I)

Aunque quizás os suene más su cara como actor (Salvar al soldado Ryan, The Holiday, Confidence), Edward Burns es sobre todo un buen guionista y director de cine que empezó su carrera con una película llamada 'Los hermanos McMullen', ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance del 95. Después le seguirían otras como She's the One, con Cameron Diaz y Jennifer Aniston, No Looking Back, o mi favorita de toda su filmografía: Las aceras de Nueva York, con Heather Graham, Rosario Dawson, Stanley Tucci, Dennis Farina y la desaparecida Brittany Murphy. Ahora está a punto de estrenar 'Nice Guy Johnny' en iTunes, una película de muy bajo presupuesto, y desde aquí se le desea toda la suerte del mundo en su personal batalla contra Hollywood, la que lleva librando desde hace años.



Para mí, Ed Burns es todo un referente a la hora de escribir y creo honestamente que sus comienzos en el cine y su continuación en esta industria son todo un ejemplo de lucha y superación. Sin duda un modelo a tener en cuenta. Éste es su propio testimonio:

Cuando tenía doce años, todo lo que siempre había querido hacer en la vida era jugar con los New York Knicks. Me pasaba cerca de seis horas al día entrenando y trabajando mi tiro en suspensión. Mis amigos y yo incluso quitábamos la nieve de las canchas de Grant Park para tener nuestra dosis diaria de baloncesto. Creía que así podría seguir los pasos de mi héroe, Chris Mullin. Desafortunadamente, ningún ojeador vino a verme jugar en el instituto y mi sueño de ser profesional quedó en nada.

Al año siguiente me fui a estudiar periodismo deportivo en Albany. Pensaba que si no podía jugar con los Knicks, al menos sí que podría escribir sobre ellos, lo que ocurría es que yo no era precisamente un estudiante modelo y apenas me pasaba por el campus una vez a la semana hasta que oí hablar de una clase llamada Apreciación Cinematográfica, a la cual me apunté. He de decir que en ese momento de mi vida no tenía mucho interés en el cine, de hecho mi idea de una gran película era aquella que mostrara cualquier desnudo frontal. Así que, como os podréis imaginar, mi voto para la mejor película del año 1982 fue para Porky's. Pero aquello cambió pronto, durante el primer semestre estudié las películas de Hitchcock, Welles, Ford, Wilder y otros maestros, y un nuevo sueño nació en mi interior.

Aquel año ya escribí mi primer guión, titulado 'Apple Pie'. Como la mayoría de primeros guiones, era una historia semiautobiográfica acerca de mi adolescencia. Pensaba que era brillante, tanto, que se me pasó por la cabeza enviar mi obra maestra a algún estudio de Hollywood que quizá malinterpretara y masacrara mi visión. Así que llamé a mi padre y le conté sobre mi nuevo sueño. Le dije que dejaría la universidad de Albany a final de año y que me matricularía en algún curso de la NYU Film. Mi padre me escuchó atentamente, pero me dijo que le echara un vistazo a su salario y reconsiderara lo de la NYU. Lo hice y encontré el Hunter College, cuya matrícula costaba mucho menos, cerca de 600 dólares por semestre.

Conocía a un montón de chicos que querían estudiar cine al salir del instituto, y querían hacerlo en alguna de las grandes escuelas de cine como NYU, UCLA o USC, pero lo que no sabían es que ninguna escuela te puede enseñar a apasionarte, ni a darte una visión personal, ni a tener agallas para seguir escribiendo guiones cuando las cartas de rechazo se te acumulen en casa, y dejadme deciros por experiencia que las cartas de rechazo se os acumularán a montones. Lo que necesitas es amar el cine, el deseo de poder aprender todo cuanto te sea posible, y con suerte, unos cuantos profesores que se preocupen por sus estudiantes. Eso era precisamente lo que yo tenía en Hunter College.

La primera clase que dí fue con el profesor Everett Aison. El primer día nos preguntó quién de nosotros estaba interesado en ser director de cine. La clase entera levantó las manos. Después nos preguntó si alguno de nosotros tenía experiencia en el mundo de la interpretación. Cuatro estudiantes levantaron la mano. Yo no fui uno de ellos. A continuación, el profesor Aison nos dijo que si no sabíamos nada de interpretación cómo demonios les íbamos a contar a los actores lo que queríamos que hicieran. De esa forma, en cada clase, cada uno de los estudiantes nos fuimos distribuyendo los roles en grupos de cuatro, uno era el guionista, otro el director, y el resto los actores. Así fue como empecé a escribir, a dirigir y a actuar.

Llegué a rodar tres cortometrajes en Hunter College, dos de ellos fueron horribles, pero el primero, titulado Hey Sco, no estaba mal. Era una comedia negra de quince minutos sobre un par de perdedores de Long Island que matan a su mejor amigo y lo entierran en la yarda cincuenta del campo de fútbol del instituto. Rodamos las quince páginas de guión en seis horas, y supongo que ése fue el comienzo de mi carrera en el cine. Después envié el corto a todos los festivales del país, y no fue aceptado en ninguno.

En Septiembre también envié Hey Sco al Mercado de Cine Independiente, que aunque no es un festival en sí, suelen coger a casi todo el que inscribe su película. Por lo menos ellos me dieron la oportunidad de poder mostrar mi obra en un teatro, que es una de las experiencias más excitantes y aterradoras de las que podréis disfrutar en la vida. Os asegro que ver por primera vez en la pantalla las imágenes y los diálogos que yo había escrito fue uno de los momentos más increíbles que he vivido. Después pensé, "mi sueño se ha hecho realidad, ya soy cineasta".

continuará...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Coming Soon

A continuación hago una breve lista de algunas películas que me interesan y que espero ver próximamente o a largo plazo en los cines o en la tele. Quizás a vosotros también os pueda atraer alguna.

127 Horas
Presentada esta semana en el Festival de Toronto, '127 Horas' está basada en un acontecimiento real que el alpinista Aaron Ralston sufríó en las montañas de Utah al quedar atrapado por una roca. Dirige el enorme Danny Boyle (Trainspotting, 28 días después, Sunshine, Slumdog Millionaire), y escribe el guión junto a su fiel escudero Simon Beaufoy. Ya se ha empezado a hablar sobre todo de la gran interpretación de James Franco, que puede optar a premios importantes.



Hereafter
'Hereafter' es la última película dirigida por Clint Eastwood, sinónimo de buena calidad. En esta ocasión nos trae un thriller sobre la vida y la muerte que se centra en tres personajes principales: un americano con la habilidad de comunicarse con el más allá, una periodista francesa que ha tenido una experiencia cercana a la muerte y un niño londinense que busca respuestas. El guión se lo ha escrito el reconocido Peter Morgan, creador de los guiones de The Queen o Frost/Nixon. Su fecha de estreno en España está prevista para Enero del 2011.



Nice Guy Johnny
Probablemente 'Nice Guy Johnny' no llegue a ser una gran película, pero yo tengo una predilección especial por Edward Burns como guionista y director (Los hermanos McMullen, She's the One, Las aceras de Nueva York). Burns fue además la primera persona en estrenar una película en iTunes antes que en los cines, un pionero en toda regla. El tráiler de su nueva película no aclara demasiado sobre el argumento, pero a mí me entraron ganas de verla. En cualquier caso habrá que esperar hasta finales de Octubre, cuando de nuevo estará disponible en la red.



Kisses
Película irlandesa del 2008 que se ha estrenado este verano en Estados Unidos y de la cual tengo mis dudas sobre su futura disponibilidad en España. 'Kisses' cuenta la historia de dos niños que se escapan de casa en Navidad para compartir una noche única por las calles de Dublín. 72 minutos de metraje escritos y dirigidos por Lance Daly.



Blue Valentine
Ya he hablado de esta película aquí. 'Blue Valentine', de Derek Cianfrance fue presentada en Sundance y en Cannes, y tardó doce años en ver la luz. Con la fabulosa Michelle Williams y el no menos extraordinario Ryan Gosling, Blue Valentine cuenta la evolución de un pareja rota desde el momento en que se conocieron hasta el día de hoy, cuando ambos intentan darse una última oportunidad, una última noche para salvar su amor.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Los comienzos de... Noah Baumbach

Sabemos muchas cosas sobre sus películas o sobre los actores que aparecen en ellas, pero considero más que interesante conocer cómo fueron los comienzos en el cine de gente a la que admiro y sigo con frecuencia. Hoy, como no podía ser de otra manera, os contaré cómo hizo su primera película Noah Baumbach, aquella a la que empezaría llamando Fifth Year para terminar como Kicking & Screaming, una de las comedias independientes más elogiadas de los 90.



Pues bien, todo comenzó en el año 1991, Noah Baumbach había escrito y dirigido algunas obras de teatro como estudiante en Vassar College, y fue en esa época cuando se le ocurrieron dos ideas para hacer una película. Una de ellas trataba sobre la estrecha amistad que él mismo había compartido con tres compañeros de instituto, y la otra, sobre gente que se gradua en la universidad pero nunca se atreve a abandonarla. Sólo con eso, Noah y su gran amigo Oliver "Bo" Berkman empezaron a tomar notas para una futura historia.

Tras abandonar Vassar College, Noah se trasladó a Chicago, donde empezó a desarrollar el verdadero guión a la vez que improsivaba alguna de las escenas con su otro amigo y actor Carlos Jacott. Ninguno de ellos tenía la menor idea de si algún estudio de cine estaría interesado en producirlo, pero al menos había que intentarlo, y Baumbach se fue a vender la historia acompañado por sus dos compañeros de piso Jason Blum y Jeremy Kramer, que más tarde aparecerían como productores asociados. Tras una larga búsqueda, la única productora que se interesó en el proyecto fue la diminuta Trimark Pictures, que les impuso dos condiciones. La primera, que la película se debía rodar en Los Angeles y de ninguna manera en alguna universidad del este como Vassar, y la segunda condición, que Eric Stoltz apareciera en ella. Por lo tanto, como Baumbach no tenía ningún papel para él, se vio obligado a reescribir el guión para introducir a su personaje. Personalmente, el papel de Chet creo que fue uno de sus mayores aciertos aunque no estuviera pensado desde el principio.



Con todo listo y un presupuesto de poco más de un millón de dólares, Noah rodó su película en apenas 24 días, los mismos que tardaría en rodar su futura obra maestra, The Squid and the Whale. Antes de que Fifth Year llegara al mercado en el año 1995, también le obligaron a cambiar su título por el de Kicking & Screaming, y llegó a recaudar unos 700.000 dólares, no demasiado. Sin embargo, los críticos la alabaron por su "sofisticado e inteligente guión", y en poco tiempo se convirtió en uno de los grandes clásicos para la Generación X.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

I Love Sarah Jane

Empieza Septiembre y empezamos con un cortometraje del año 2008, I Love Sarah Jane, dirigido por el australiano Spencer Susser, que cuenta la historia de Jimbo, un niño enamorado de una chica en un mundo desolador y apocalíptico. A mí me recuerda muchísimo al mundo de la extraordinaria 28 días después del siempre original Danny Boyle, ya veréis. Los intérpretes principales son Brad Ashby y Mia Wasikowska, a la que no debemos perder de vista y a la que ya hemos visto en la serie En Terapia, además de protagonizar Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton y de The Kids Are All Right, la próxima peli indie de Lisa Chodolenko, que ha acaparado ya buenas críticas en USA.

jueves, 29 de julio de 2010

Punch-Drunk Love / The Troggs

A pesar de este relajante periodo vacacional, hoy voy a actualizar para hablar un poco de amor, porque las dos recomendaciones que os traigo son ejemplares en este tema. Lo primero una película, 'Punch-Drunk Love', posiblemente la gran obra maestra de Paul Thomas Anderson hasta el día de hoy, aunque es difícil de decir puesto que también ha parido 'Boogie Nights', 'Magnolia' o 'There Will Be Blood', y por otra parte, una joya de grupo musical de los 60, The Troggs, autores de temas muy conocidos que seguramente ni sabíais que fueran suyos.



Punch-Drunk Love
Protagonizada por el único y sublime Adam Sandler en uno de los mejores papeles de toda su carrera cinematográfica, cuenta la historia de Barry, un hombre tímido, con mucha ira contenida dentro y estresado hasta la saciedad por sus siete hermanas. Un día Barry conoce a Lena, una mujer interesada mucho en él y dispuesta a intentar iniciar una relación que despierte todos los sentidos y la personalidad que Barry lleva consigo. Conocida como Embriagado de amor en España, la película es visualmente extraordinaria, como todas las de PTA, con un argumento simple y bien desarrollado que nos muestra todo lo que podemos ser capaces de hacer cuando de verdad amamos a alguien. Una delicia y una sorpresa de solamente hora y veinte minutos de duración, tiempo suficiente para crear una auténtica masterpiece. También aparecen en el reparto Emily Watson, Luis Guzman y Philip Seymour Hoffman.



The Troggs
Inicialmente conocidos como The Troglodytes, la banda se formó en la década de los 60, y aunque a día de hoy aún continúan tocando, sus mayores éxitos siguen siendo de esa época. Sus mayores bazas eran la voz y las composiciones del genial Reg Presley unidos a los inmensos riffs de sus guitarras, únicamente comparables a los de The Kinks, con quienes guardan cierto parecido. Algunas de sus canciones más famosas son Wild Thing y With a Girl Like You:


The Troggs - Wild Thing


The Troggs - With a Girl Like You

Pero mi favorita es indiscutiblemente Love is All Around, escrita por Presley en el 67 y popularizada en los 90 por el grupo Wet Wet Wet, un tema cien por cien Troggs.

jueves, 15 de julio de 2010

Anna y Alex

Lo que vais a ver a continuación es para mí el mejor fragmento de la irregular New York, I Love You. Lo dirige Yvan Attal, un tipo que me cae bastante bien, y lo protagonizan Chris Cooper y la maravillosa Robin Wright, una mujer que al igual que el vino, mejora con los años. Enjoy yourself.

viernes, 9 de julio de 2010

Conociendo a Liz Meriwether

Y os estaréis preguntando, ¿quién demonios es Liz Meriwether? Pues Liz Meriwether es una dramaturga y guionista de 28 años que está empezando a causar sensación en Los Ángeles. Una más de ese nuevo imperio femenino que se está forjando en la ciudad. Graduada en la universidad de Yale, empezó escribiendo y actuando en obras de teatro en Nueva York. Ha estrenado recientemente en Broadway una nueva obra llamada Oliver Parker!, que cuenta la relación entre un suicida de 17 años y su mentor, un alcohólico de 60 interpretado por John Larroquette, y tiene ya varios proyectos a los que dar salida, el más inmediato se titula 'Friends with Benefits', que ya está dirigiendo Ivan Reitman (Los Cazafantasmas), padre de Jason Reitman (Juno, Up in the Air), y que contará con Ashton Kutcher, Natalie Portman, Kevin Kline y la sensacional Greta Gerwig como protagonistas.



Por lo que he podido descubrir, Liz cuenta sus historias desde un punto de vista que tira a lo cómico, aprovechando circunstancias de lo más bizarras. También dice que se ha visto inspirada por Woody Allen, por las screwball comedies y por los guionistas de la serie '30 Rock'.
En este último guión nos habla sobre dos amigos que tratan de mantener una relación puramente sexual y alejada de cualquier tipo de romanticismo. Ah, por cierto, Friends with Benefits, anteriormente conocida como Fuckbuddies, estuvo en la famosa y ya nombrada aquí Lista Negra de mejores guiones sin producir del año 2008. Sobre sus siguientes trabajos, hay otro que parece que ya va tomando forma: 'Maynard & Jennica', que producirá el tío con mayor olfato para la calidad en los últimos años, Scott Rudin. A continuación os dejo con una pequeña recopilación de preguntas y respuestas a Elizabeth Meriwether.

¿Cómo de diferente es el mundo del cine al del teatro?

En uno es más difícil desconectar que en otro. En el cine, cuando has terminado de rodar la escena, se acabó, ya no puedes mejorar el resultado. En el teatro sin embargo puedes volver atrás y ensayar y mejorar día tras día. Es diferente, pero espero no verme nunca en la situación de tener que decidir por elegir uno u otro.

Con Friends with Benefits parece que le vas a dar una vuelta de hoja a la comedia romántica explorándola más a fondo desde la experiencia femenina.

La gente tiende a encasillar los papeles femeninos, pero lo cierto es que las mujeres pueden ser todo al mismo tiempo. Por ejemplo, la chica puede ser una prostituta que quiere enamorarse, o que quiere divertirse, pero al mismo tiempo, su condición no quiere decir que tenga que dejar de ser una persona inteligente.

¿Con qué género te sientes más cómoda escribiendo, con el drama o con la comedia?

Me gustan ambos, pero sobre todo me gustan esos trabajos donde no sabes muy bien si reírte o no. Generalmente suelo escribir sobre personajes que están en el filo de la navaja, sobre gente que trata de conectar entre sí sin demasiado éxito. Me empujan esos momentos donde la vida real de las personas pasa a ser de lo más absurda. Momentos de dolor, de aburrimiento o de furia extrema, pero sin llegar a perder la comicidad.

¿Y cómo llevas eso de estar volando todo el día de un lado a otro del país?

Es un momento único en mi vida y estoy realmente cansada, pero me lo estoy pasando bien. De hecho, el otro día pude ver 'Hachiko', esa película de Richard Gere que va sobre un perro, algo que jamás habría visto de no haber estado en pleno vuelo.

Tengo que hablar de lo de "The Fempire", vuestro grupo de guionistas chicas compuesto por Dana Fox (What Happens in Vegas), Diablo Cody (Juno), y Lorene Scafaria (Nick and Norah's Infinite Playlist).

Aquello fue una broma que se nos fue de las manos. Nosotras no somos de ésas que se sientan alrededor y comentan lo maravillosas que son, aunque nos llamáramos a nosotras mismas "The Fempire". Lo cierto es que hay muchas otras mujeres que también son guionistas a pesar de verse sobrepasadas en número por hombres. La industria del cine sigue siendo una industria que está mayoritariamente dominada por hombres, así que supongo que para nosotras puede ser fácil sentir celos en algunos momentos, aunque no es un sentimiento únicamente nuestro.

Fuentes:
Kate Blanch (Interview Magazine, 2010)
Steffie Nelson (Variety, 2009)
David Rooney (The New York Times, 2010)

martes, 29 de junio de 2010

Lejos de ella / Metric

Hoy os voy a hablar de un par de descubrimientos que para mí son relativamente recientes. Lo primero, 'Away From Her', una película que la jovencísima, talentosa y polifacética Sarah Polley escribió y dirigió en el año 2006. Lo segundo, Metric, un gran grupo de música que descubrí hace unos cuatro años.

Away From Her


Lejos de ella cuenta la historia de un hombre que ve cómo su matrimonio va quedando distanciado a causa del Alzheimer de su mujer. Un guión absolutamente conmovedor y perfectamente escrito por Sarah Polley, que recibió una nominación al Oscar por dicho libreto. La película está protagonizada por la magnífica y genial Julie Christie, que recibió también su cuarta nominación a un Oscar por este trabajo, por este pedazo de papel que borda a las mil maravillas. Le acompañan en el reparto Gordon Pinsent y Olympia Dukakis, a los que no hay que desmerecer en ningún momento porque están francamente convincentes. Si no te llega directa al corazón es porque no tienes sentimientos o porque no sabes lo que es el amor. De verdad, de las mejores películas que he visto en un tiempo. Sarah Polley (actriz fetiche de nuestra Isabel Coixet) parece que tiene un futuro brillante también como autora, y estoy deseando leer y ver ya su próximo guión, Take this Waltz, con Seth Rogen, Michelle Williams y Sarah Silverman. Un guión que por cierto estuvo en la famosa lista negra de mejores guiones sin producir del año pasado. Ni qué decir tiene que de esta lista han salido trabajos como Little Miss Sunshine o Juno.


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Metric


Lo dicho, les descubrí hace relativamente poco tiempo, pero Metric, banda formada en Toronto, lleva tocando desde 1998. Lo que más me atrajo desde el principio fue la dedicación y el compromiso que tiene esta gente por su cuidado trabajo, y desde luego, la maravillosa voz de Emily Haines. Sus canciones han sido utilizadas en series como Anatomía de Grey, CSI, Gossip Girl y Entourage. Curiosamente, aunque su fuerte es el rock en vivo, a mí me gustan especialmente cuando tocan versiones de sus temas en acústico.

lunes, 21 de junio de 2010

En algún lugar

La semana pasada por fin salió a la luz el esperado tráiler de la nueva película de Sofia Coppola: Somewhere. Fiel a su estilo, puede ser el trabajo que relance la carrera del actor Stephen Dorff y también el que nos haga ver que quizás Elle Fanning puede ser mejor actriz que su hermana Dakota. A mi parecer todo resulta muy pero que MUY similar a Lost in Translation, por las imágenes se podría decir que es casi una segunda parte, pero qué queréis que os diga, yo ya estoy deseando verla. Música de Phoenix y The Strokes en la BSO. Lo que está claro es que a Sofia le gustan bastante los hoteles.

sábado, 12 de junio de 2010

Coppola/Anderson

Todos hemos sido influenciados en menor o mayor grado de alguna manera. Wes Anderson también, y además él es un director que utiliza esas referencias de un modo probablemente más visual y reconocible que otros. Aquí os traigo un ejemplo de ello. En la fotografía que veis debajo, podemos observar al grandísimo Francis Ford Coppola con su hija Sofia a hombros en el Festival de Cannes. Eran los años 70.



Treinta años después, Anderson y Baumbach escribieron el guión de The Life Aquatic, una película dedicada a Jacques Cousteau, en la que veíamos una secuencia casi calcada a la de Cannes. ¿Coincidencia? Ninguna en absoluto. Conociendo las constantes colaboraciones y el buen ambiente entre los Coppola y Wes Anderson, se me antoja algo más que premeditado.

martes, 8 de junio de 2010

Preguntas y Respuestas: Sidney Lumet

Cuando se nombra a Sidney Lumet, todo el mundo sabe que estamos ante uno de los más grandes, por eso sobran las presentaciones. Toda una vida dedicada al cine, al trabajo, al compromiso. Este gran hombre ha parido obras maestras como 12 hombres sin piedad (visión obligatoria), Serpico, Tarde de Perros, Asesinato en el Orient Express, Network, El príncipe de la ciudad, Veredicto final o su última película del año 2007, Antes que el diablo sepa que has muerto. Yo he recogido algunas preguntas que le han realizado en los últimos años, pero a los verdaderos fanáticos de su obra, les recomendaría que se leyeran su libro Así se hacen las películas, un acercamiento total a la figura del director y al oficio del cine.



Usted lleva toda la vida trabajando en la industria del cine. ¿Ha cambiado mucho?

No demasiado. Cuando todo estaba en manos de los estudios era una pesadilla porque estabas a su merced. Ahora es parecido, sólo que los que ponen el dinero son inversores privados. Y en cierto modo son incluso peor porque no entienden nada de cine y gastas un montón de energía en convencerles de cosas obvias.

En muchas películas de Hollywood se presenta a la familia como un reducto de seguridad que debe actuar como escudo protector contra la violencia del mundo exterior. ¿Por qué muestra usted con tanta frecuencia a la familia como el ámbito donde surge la violencia?

Pues porque es así. Es más habitual que la familia sea una fuente de violencia que un refugio contra la violencia; terremotos y guerras al margen, claro. Al menos es así en Estados Unidos. Y va a peor, sobre todo porque ya no hay cohesión ni armonía en las familias. Y son precisamente los adelantos tecnológicos, como el ordenador o el móvil, los que la están destruyendo.

¿Los nuevos medios de comunicación ya no conectan a las personas?

A larga distancia, quizá sí. Pero nos aíslan de las personas que nos rodean. Hay chicos que se sientan a comer en casa y se pasan el rato viendo una película en la pantalla de su móvil, ignorando a quienes están sentados a su lado. Todo esto genera tensiones. Es algo especialmente peligroso ahora que muchos jóvenes se ven obligados a volver a la casa de sus padres porque no consiguen encontrar un trabajo cuando terminan los estudios. Y todos se vuelven a sentar juntos a la mesa, en un espacio pequeño, cada uno a lo suyo, sin ningún tipo de unión entre ellos.

Se dice que usted ya leía a Karl Marx cuando tenía ocho años.

No es cierto, una vez leí cuatro páginas de Marx y me quedé dormido. No le he vuelto a dar otra oportunidad.

Usted creció en la época de la crisis económica. ¿Intensificó aquello su conciencia política?

Y mucho. Mi sentido de la justicia, sobre todo. Los ricos pueden descansar, los pobres no. Es algo que aprendí muy pronto. Y en aquellos años también comprendí que no hay que confiar demasiado en la ley y el orden, que no puedes fiarte de todos los policías. Cuando éramos jóvenes, pasábamos mucho tiempo jugando a lanzar centavos para que cayesen lo más cerca posible de un muro. El ganador se llevaba todas las monedas. Un día pasó un policía, nos echó de allí y se quedó con las monedas. Y era un dinero. Podías comprarte cigarrillos con él.

¿Es por eso por lo que habla de policías corruptos en películas como Serpico o El príncipe de la ciudad?

¡Eso sería simplificar demasiado! Pero muchos policías son corruptos. El motivo es, básicamente, el tráfico de drogas, que afecta a todos los aspectos de nuestras vidas. Unos policías entran en una casa y encuentran 200.000 dólares procedentes de la droga sobre una mesa... nadie se va a dar cuenta si me quedo con 20.000 dólares para mí. La policía y la justicia son dos instituciones muy frágiles en Estados Unidos. En aquellos ámbitos de nuestra sociedad donde la confianza es más necesaria es precisamente donde no suele existir ninguna.

Se le considera el director más rápido de Hollywood; además, todas sus películas se ruedan en el plazo y con el presupuesto previsto...

Es probable. He trabajado durante toda mi vida y no he llegado tarde al trabajo ni una sola vez. Lo afronto todo de la misma manera. Es la única forma de mantener la disciplina en un equipo de rodaje, de que cada uno asuma que debe subordinarse a la realización de la película. No admito que la gente ande perdiendo el tiempo.

¿Y lo consigue siempre? ¿Incluso con Dustin Hoffman, que tiene fama de mantener discusiones interminables sobre su papel, lo que se traduce en continuos retrasos en los rodajes?

Dustin Hoffman es un pesado. Su forma de actuar no es el problema, él es el problema. Siempre intenta ser el centro de todo, por eso habla tanto.

Una vez dijo: «La repetición acaba con la emoción». ¿Es un director impaciente?

Algunas estrellas, como Marlon Brando o Katharine Hepburn, eran muy inteligentes. Eran conscientes de que algo no iba bien si teníamos que repetir una toma cuatro veces. Existía el peligro de perder impulso y de agotar al equipo. Hay que mantener alto el nivel de energía. Conmigo, los actores pueden hacer todas las pruebas que quieran, tengo mucha paciencia. Pero cuando dicen que están preparados, tienen que estarlo de verdad. Por eso suelo rodar las tomas una sola vez.

Paul Newman dijo de usted: «Sidney Lumet es el único hombre que conozco...»

«...que aparcaría en segunda fila delante de un burdel». Sí, lo único que no me gusta de Paul son sus malditos chistes.

Usted trabajó en televisión y en los años setenta dirigió la película Network, un mundo implacable, donde mostraba lo más aterrador de los entresijos de la tele. ¿Cómo ve ahora el rumbo de los medios de comunicación?

Es un desastre absoluto. Da miedo pensar que lo que triunfa sean los reality shows. Son increíblemente sádicos y lo que el público espera es humillación.

¿Cree que Internet puede mejorar la situación?

Se pueden crear contenidos diferentes. La gente se pasa 10 horas frente al ordenador y lo triste es que piensa que está comunicándose...

¿Por eso no tiene ordenador?

No lo necesito. Escribo a mano. Y no quiero que me impongan el estar siempre disponible. Si me buscan pueden llamarme por teléfono y dejar un mensaje en el contestador. Y en cuanto a Internet, creo que me queda poco tiempo de vida y prefiero invertirlo en aprender más sobre las personas que sobre las cosas.

Sin embargo, no se ha negado a abrazar las nuevas tecnologías para filmar.

Porque filmar en cine es carísimo, complicadísimo. Con la alta definición (HD) puedes utilizar más cámaras, tienes más luz y eso te permite darle más intensidad a las actuaciones, acercar el teatro al cine. Para mí la tecnología tiene que servir para mejorar la vida, no para complicarla. La HD es una bendición.

Nunca se ha mudado a Hollywood, alguna vez ha llegado a decir que es un sitio odioso. ¿No es algo exagerado?

Es una ciudad que no soporto. No es un lugar apto para la vida de los seres humanos. No puedes ir a ningún sitio andando, y yo no quiero pasarme el día subiendo y bajando de un coche. Aquí, en Nueva York, hay cuatro líneas de autobús y una de metro que pasan por delante de mi casa. Se llega antes a los sitios que con el coche.

Ningún director ha rodado tanto en Nueva York como usted. ¿Por qué le gusta tan poco rodar en otras ciudades?

Aquí puedo rodarlo todo. Rodé incluso una escena de una película ambientada en el sur, en la que una bandada de pájaros alzaba el vuelo desde un campo.



Fuentes:
Bárbara Celis (Diario El País, 23/05/2008)
Lars-Olav Beier (XL Semanal, 3/08/2009)