martes, 26 de agosto de 2008

Colin Farrell y su colega David

A Colin Farrell seguro que le conocéis, a su colega David a lo mejor no. Pues bien, David es un indigente que vive en la ciudad de Toronto al que el actor irlandés conoció cuando asistía al Festival de Cine de la ciudad canadiense en el año 2003. Durante la estancia de Colin allí, en la ciudad había un concurso radiofónico que premiaba con 2000 dólares a la primera persona que encontrara al actor, llamara a la emisora y lo pusiera al teléfono para verificarlo. Colin se enteró de dicho concurso y lo primero que hizo fue buscar al primer mendigo que se encontró por la calle, un tal David, al que acompañó hasta la radio para que cobrara el premio.

El año pasado, Colin Farrell volvió a asistir al Festival de Cine de Toronto, y mientras estaba de compras, se encontró con su viejo conocido. Farrell, generoso él, en esta ocasión se lo llevó en su coche hasta una de las mejores tiendas de la ciudad y ordenó a los dependientes que le dieran a Dave todo lo que él quisiera. Después, le dio un fajo de billetes y le acompañó hasta un edificio cercano para alquilarle una habitación durante un año.

Ahora Septiembre está a la vuelta de la esquina, y un nuevo Festival de Cine de Toronto se aproxima, y Colin Farrell estará allí de nuevo para presentar una película que no pinta nada mal: "Pride and Glory", con Edward Norton y Jon Voight. ¿Volverá a encontrarse de nuevo con David? ¿Qué generosa ofrenda le hará en esta ocasión?

Sí señores, y es que bajo ese aspecto dejado y barriobajero del irlandés malhablado se esconde una persona de lo más caritativa, además de padre ejemplar. Y ojo, que al final hasta van a descubrir que es buen actor y todo. Si ya lo dije yo cuando vi 'Tigerland'. Y sus dos últimas interpretaciones han sido de lo más acertadas, con 'El sueño de Casandra' nos descubrió un registro que pocos conocían, y con 'Escondidos en Brujas' simplemente lo borda. Y si todavía te cae mal, prueba a ver sus películas en versión original, la mejora es considerable.

sábado, 23 de agosto de 2008

Sobre Dead Man y su prólogo

'Dead Man', escrita y dirigida por Jim Jarmusch en el año 1995, contiene uno de los mejores prólogos que yo haya visto en mucho tiempo. El film está protagonizado por un grandísimo Johnny Depp, acompañado de otros grandes nombres como John Hurt, Billy Bob Thornton, Gabriel Byrne, Alfred Molina, Iggy Pop, Gary Farmer y el inigualable Robert Mitchum, el actor de la mirada caída más famosa de la historia del cine en el que sería su último papel antes de su muerte.

Vi la película por primera vez hace relativamente poco, hace ahora casi dos años en la Filmoteca Española, en uno de mis cines favoritos, el Doré de Madrid. 'Dead Man' es la película que por excelencia a mí me suele gustar. Cuando al resto de la gente le puede llegar a aburrir o a extenuar, incluso a irritar, a mí se me dibuja una gran sonrisa en la cara, y es que es muy extraño, aunque yo lo considero suerte, pero las películas que no suelen ser de fácil digestión para la mayoría del público, a mí (y a otros muchos) me cautivan los sentidos. Y eso me gusta.

'Dead Man' es un western moderno en blanco y negro lleno de dobles significados, con actuaciones prodigiosas y un desarrollo de lo más inquietante. Un descenso hasta lo más profundo del infierno. La increíble banda sonora está compuesta por Neil Young, que simplemente se puso a improvisar con su guitarra eléctrica en la sala de montaje.

Mis amigos o mi familia se quejan algunas veces ante mi selección de este tipo de películas difíciles de ver para ellos. Directamente me llaman "raro". Me dicen que si no me gustan las "películas normales". Pues claro que me gustan, como a todo el mundo, y seguramente como el que más, incluso las malas películas me pueden llegar a gustar, porque yo adoro el cine en todo su conjunto y es un trabajo que no merece ser menospreciado.

No voy a escribir una sinopsis para que sepáis de qué va 'Dead Man'. Prefiero poneros el trailer en español (es el que tiene mejor calidad, pero seguid mi consejo: versión original, siempre, aunque estén los mejores dobladores del planeta).


Y aquí tenéis el nombrado prólogo. Maravillosa forma de presentar a un personaje, de decirnos sus intenciones, de contarnos cómo es el lugar hacia el que se dirige, y es que los comienzos en los que el personaje principal ya empieza actuando, en este caso dirigiéndose hacia su futuro, son preferencia de la casa. Maravillosa forma de comenzar una película y curiosas palabras del maquinista en dicho comienzo, unas palabras significativas, aunque de primeras parezcan inútiles y carezcan de sentido.

jueves, 14 de agosto de 2008

Cosas del verano

Si no escribo este post, creo que mis amigos me darán una paliza o algo así, por lo tanto, como lo escribo bajo coacción, es probable que algunas cosas no tengan mucho sentido.
El caso es que me han criticado duramente por la flojedad de mis últimas entradas, pero no sé qué coño esperaban que escribiera en pleno Agosto y durante el verano en general, yo estoy a lo mío, permitidme un poco de relax, joder. Me recriminan que por qué ya no escribo sobre los amigos y demás, que últimamente no hago más que hablar de películas y más películas, y es cierto, pero me remito a lo que he escrito antes, dadme un poco de tregua, que este jodido calor es insoportable, y a mí con el calor se me reblandece la creatividad.

En realidad no tengo muy claro que es lo que tengo que escribir ahora, unos me dicen que cuente mi anécdota del último sábado noche cuando me abordó un ucraniano, aunque no lo recuerde demasiado bien (ya íbamos por la segunda botella de quitapenas), o que cuente la gracia de cómo iba yo de resacoso (y según alguno sudando cerveza) durante nuestra subida de 45' por la montaña hacia nuestro paraíso perdido ('Los Pilones') donde abundan las cascadas y ese tipo de desniveles en el cauce del río, o que hable sobre mi percance con el coche, cuando le di un pequeño golpecito en el guardabarros delante de media ciudad, etc, etc, y es que en verano pueden ocurrir muchas cosas:

Nos hemos emborrachado, nos hemos perdido en el bosque, hemos viajado (aunque sea al pueblo de al lado), nos hemos caído (alguno incluso ha estado cerca de romperse la crisma), nos hemos quemado, nos hemos aburrido, hemos visto películas (o lo hemos intentado), hemos jugado al tenis, al ping-pong, y a una cosa llamada "las palas" (y no son las de la playa), también hemos aprendido que el gin-tonic sin una cáscara de limón no es gin-tonic, que yo soy un poco menos puntual que antes, que los ingleses se las dan de duros pero luego cuando vienen aquí no son capaces de aguantar unos cuantos chupitos de aguardiente y Ruavieja, que no se puede invitar a cualquiera a entrar a tu casa, hemos aprendido a atrapar ranas en la piscina de la macrofinca de tu amigo, y posteriormente, que si metes a una rana en un cubo de pastillas de cloro, ésta palma en cuestión de un par de horas. Este verano incluso he jugado la partida de cartas más longeva de toda mi vida, unos 54 minutos aproximadamente. Al final gané yo, lo tenía que decir. También puedes llegar a descubrir que puede haber gente que te conoce a ti, pero que tú no les conoces a ellos, lo cual no deja de ser inquietante de cojones... Y hasta me han llegado a decir que parezco un modelo de Calvin Klein, vivir para oír. Y lo que queda.

A los aludidos, si no están contentos con esta entrada (yo no lo estaría), pues que desarrollen cualquiera de éstos u otros acontecimientos que tanto les entusiasman (y a mí también siempre y cuando no sea mientras me apuntan con una Magnum del calibre 44) en los comentarios, que a mí no me apetece.
Sobre el tema de las imágenes y esas cosas que iba a poner sobre un corto dirigido por mí, no es que se me haya olvidado, simplemente es que todavía a estas alturas no he recibido nada de ese material. Siempre me dicen: "Para la semana que viene lo tenemos". Pero nada.

Y ahora con vuestro permiso, voy a ver si imprimo unos documentos que tengo que entregar inmediatamente, que ya voy con retraso, la condena eterna de cualquier guionista. Maldita la hora en la que dejé de ser puntual...

viernes, 8 de agosto de 2008

Ayer vi la última de Kusturica

'Zabet' (Prométeme) es la última película del serbio Emir Kusturica si no contamos el documental 'Maradona por Kusturica'. Ambas se presentaron en Cannes, pero su documental sobre el astro argentino no fue recibido todo lo bien que se podría esperar por parte del público.
'Prométeme', que se presentó en sección oficial, tampoco es de lo mejor que ha hecho, sin embargo, si te gusta Kusturica, la puedes dar por válida, e incluso te puede llegar a gustar. Está claro que no es 'Papá está en viaje de negocios', con la que ganó su primera Palma de oro y fue nominado al Oscar, ni 'Underground', semejante en el estilo y con la que ganó su segunda Palma de oro (sólo hay cuatro cineastas que han logrado dos Palmas de oro en Cannes: Francis Ford Coppola, Billie August, Shohei Imamura y el nombrado Kusturica), y creo que está claro que también se queda lejos de 'El tiempo de los gitanos'. Aun así, no me desagradó ni a mí, ni a algunos de los asistentes en Cannes, aunque también ha recibido duras críticas. Pero por encima de todo esto, hay que decir que el sello Kusturica está presente, lo que por mi parte es de agradecer.

'Prométeme' trata sobre un joven (Tsane) que vive en el campo con su abuelo, el cual le pide a su nieto que parta hacia la ciudad para vender su vaca, comprar un icono religioso, un recuerdo, y encontrar una novia. Una larga comedia completamente disparatada de dos horas de duración que cuenta según mis cálculos con unos cinco clímax, todos ambientados con música de ritmos gitanos rápidos y cada uno de ellos más locos que el anterior.
Un punto positivo es el descubrimiento de un nuevo valor serbio, Marija Petronijevic, que con tan sólo 19 años deslumbró a Emir Kusturica y entró en el reparto de la película de chiripa. Marija se encontraba frente a su colegio cuando el equipo de rodaje deambulaba por los alrededores. Tomaron fotos suyas, e inmediatamente, el director la seleccionó para el papel de Jasna.

jueves, 7 de agosto de 2008

Sophie Marceau, una musa moderna

Sophie Danièle Silvie Maupu, mejor conocida como Sophie Marceau, nacida en París en el año 1966, actriz, directora, guionista en menor medida, y diosa inspiradora, es decir, musa.
Como no sé nada de ella hasta los 14 años, voy a saltar hasta 1980, un año importantísimo para su vida y carrera, el año de su debut en el cine a manos del director francés Claude Pinoteau con la película 'La boum' (La fiesta), la primera con la que consigue encandilarme interpretando a la simpática niñita Vic Beretton, una adolescente que se enamoraba por primera vez en su vida de un tal Matthieu. Ese primer amor que dicen que nunca se olvida... Y un par de años más tarde regresaba con 'La boum 2' (Quince años recien cumplidos), de nuevo con Pinoteau, donde Vic se nos volvía a enamorar de otro chico, en esta ocasión de Philippe, aunque con Matthieu todavía más que presente.

Vi la primera una mañana nada más levantarme en versión original hace algún tiempo, me pareció agradable, lo que no me imaginaba es que al día siguiente, a la misma hora, fueran a poner la segunda parte, es más, cuando la vi, ni sabía que hubiera una segunda parte, pero lo que jamás podría haber supuesto es que me fueran a entretener tanto (lo reconozco). Tal vez fue la propia aparición de Sophie lo que me quedó hipnotizado para verlas.
Dos películas que le auguraban a Sophie todo el futuro que ha tenido y que tiene por delante. Dos piezas clave para comenzar a tratar a esta chica como una divinidad. Dos obras con las que esta dulce chiquita de quince años recien cumplidos le abrió los ojos a toda Francia y al mundo entero.



Después actuaría en una serie de películas que la encumbrarían en su país natal. 'Fort Saganne' por ejemplo, escrita y dirigida por Alain Corneau, en la que compartía cartel nada más y nada menos que con Gérard Depardieu (con el que también coincidió un año después en 'Police') y con Catherine Deneuve.
En 1985, con 19 años, conocería a su futura pareja, el polaco Andrzej Zulawski (26 años mayor que ella) que la dirigió en 'L'Amour braque' además de en otros tres filmes. Ambos tienen un hijo llamado Vincent.
Regresó de nuevo con Pinoteau en 'L'Étudiante' en el 88.
En el 91 y en el año 1993, a mí me vuelve a encandilar, en esta ocasión con 'Pour Sacha' y 'Fanfan', junto a Vincent Pérez. Fanfan es una joven que intenta enamorar más si cabe al hombre de su vida, el cual la ama, pero lo disimula. Que conste que no voy a hacer ninguna crítica acerca de las películas que estoy nombrando, porque aquí estamos hablando de Sophie. De una mirada, de una sonrisa...



En 1995 comenzaría a extender fronteras de la mano de Mel Gibson con 'Braveheart', la película histórica sobre el héroe escocés William Wallace ganadora de 5 Oscars. También en el 95 aparece con 'Al di là delle nuvole' (Beyond the Clouds) de Michelangelo Antonioni y Wim Wenders, y encandilamiento al canto, apareciendo tal y como vino a este mundo junto al actor de prestigio John Malkovich y otros conocidos como el hijo predilecto de Cádiz Jean Reno, Irène Jacob y Vincent Pérez de nuevo.
Cuatro años después, se convertiría en chica Bond en 'El mundo nunca es suficiente'.
Más tarde haría sus pinitos como directora y guionista con 'Parlez moi d'amour' (Háblame de amor), premio a la mejor dirección en el festival de Montreal, continuando así su primera incursión en el 95 tras haber escrito y dirigido su primer cortometraje 'L'Aube à l'envers'.
Estuvo entre el magnífico reparto de 'El sueño de una noche de verano', la adaptación de la obra de Shakespeare.

En el 2005 tuvo un pequeño desliz en el Festival de Cannes, cuando el escote de su vestido le jugó una mala pasada, un descuido que supo solventar bastante bien, aunque no evitó que las cientos de cámaras que había por allí captaran el momento.
Ese mismo año estrenó una gran película, que recuerdo fui a ver el mismo día del estreno, se trataba de 'Anthony Zimmer' (El secreto de Anthony Zimmer), un film con guiños claros a Hitchcock dirigida por Jérôme Salle que coprotagonizaba con Yvan Attal. Sophie es Chiara, el único punto débil que se le conoce a un reconocido estafador que responde al nombre de Anthony Zimmer, del cual no se sabe nada más, ni siquiera qué aspecto tiene. Sin duda una buena historia de acción y misterio, bien contada y bien interpretada, y aquí me voy a permitir el lujo de criticar aunque me contradiga a mí mismo, porque al fin y al cabo, no sé si lo he dicho alguna vez, éste es mi blog. Una película digo, bien llevada, que tiene un final que te mantiene en tensión y duda hasta el último momento.

En el 2007 ha vuelto a dirigir y a escribir con 'La Disparue de Deauville', interpretada por ella misma y por Christopher Lambert, aunque yo considero que lo mejor es que se dedique única y exclusivamente a lo suyo, a lo que mejor sabe hacer, a actuar, o en su defecto a servir de musa, que también lo hace bastante bien. De momento rueda 'Lol' y tiene prevista de estreno 'No te retourne pas' junto a Monica Bellucci.

Y yo que necesito inspirarme un poco...