miércoles, 2 de abril de 2008

El columpio de Álvaro Fernández Armero

El columpio es probablemente uno de los mejores cortos que ha parido el cine español. Interpretado por la guapísima Ariadna Gil y por Coque Malla, que además de actor es el cantante de Los Ronaldos.
El cortometraje dirigido por Álvaro Fernández Armero, trata sobre un chico y una chica que se enamoran en el metro. Es amor a primera vista, un flechazo, pero ninguno tiene el valor para mostrar sus sentimientos.

Debo decir que El columpio se alzó con el premio Goya al mejor cortometraje del año 1992 y está rodado en la conocida estación madrileña de metro de Ciudad Universitaria. No sé por qué me gustan tanto las estaciones de metro (si recordáis, el último corto que puse de los Coen se rodó en la estación de Tuileries del metro parisino), cuando lo cierto es que el metro me saca de mis casillas muchas veces, aun así, supongo que también he vivido momentos entrañables en él.

Las escenas en el metro dan mucho juego ya que la gran mayoría de la gente que lo tiene disponible lo utiliza como su principal medio de transporte, y allí se viven situaciones dignas de contar en la pantalla, pero mi propia experiencia me ha dado algunos palos en este sentido.

¿Cuáles son los lugares y momentos del día que están casi prohibidos para el cine o la televisión? Pues el metro, los aviones y los amaneceres y atardeceres. Estos últimos sobre todo por cuestiones de desestructuración del propio plan de rodaje, ya que un amanecer y un atardecer sólo se pueden conseguir una vez al día, y si no sale bien hay que repetir al día siguiente, lo que se puede convertir en un auténtico caos. Esto no significa que esté prohibido usarlos, ni mucho menos, pero conviene no abusar de ellos.

Lo de los aviones es un caso aparte. Conseguir la escenografía requerida para un avión es una odisea, y sé de alguien que te cobra un pastón por utilizar su "avión de cartón-piedra". En cuanto al metro, más de un productor me ha recomendado suprimir ese tipo de escenas por lo difícil que es conseguir un permiso para rodar allí, por los diversos problemas que ello causaría. Haciendo un gran esfuerzo se podría rodar por la noche (como intuyo que se rodó 'El columpio'), pero ya sabéis lo que pasa por la noche: todos cobran el doble, y al productor le cuesta tomar una decisión así, y más si es para rodar una escena que según él se puede suprimir. Todo esto desde el punto de vista de la producción española, claro. Y sí, vale, seguro que alguno está pensando en alguna película española en la que aparece alguna de estas localizaciones casi prohibidas, claro que sí, pero no es lo más común. De todas formas siempre podéis insistirle al productor, que aunque no lo parezca, hay algunos que son buena gente.

Y ahora, sin más dilación, os dejo con este maravilloso corto. Disfrutadlo.

EL COLUMPIO

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajajaja
increíble, buenísimo.
Ufff...!! qué alivio no soy la única que tiene ese tipo de conversaciones mentales, aunque a mí no me pasan cosas de ésas... aunque al ritmo que voy, en un mes o dos seguro que me pasa.
Me han dado pena, sin final feliz. Pero ha sido increíble.
¡Un besazo!