lunes, 29 de septiembre de 2008

Pop Art

Ya que no pude ir al Festival de Cine de San Sebastián, me tenía que resarcir del alguna manera, quitarme esa enorme espina clavada, así que me fui a un festival de música independiente que pudo subsanar ligeramente mi herida. Me fui al Pop Art de Cáceres, una de las ciudades que jamás pisaría de no ser porque allí actuaban grupos como The Blows y Russian Red entre otros. La mayoría de ellos desconocidos para el gran público.

Durante el trayecto por carretera hasta la ciudad, gato montés y yo tenemos una intensa charla sobre las ventajas y las desventajas de vivir en un loft. Él dice que es muy estético, pero que le parece un lugar demasiado frío para vivir. No entiendo esta última parte porque resulta que su estación favorita es el invierno, pero en fin, yo le expongo mis razones, y creo que un loft es un lugar cómodo y práctico, pero finalmente mi amigo me apuntala y me dice que casi todos están decorados de la misma manera y resultan muy vulgares. Yo le digo que eso depende de la persona que viva en él, y que seguramente para darle un toque de estilo le pondría un cuadro de... Mi amigo me interrumpe antes de que concluya la frase:

-¡¿Un cuadro de Andy Warhol?! Pero si eso es "supervulgar". ¡Hasta el más gañán de los gañanes tiene uno en su casa!.

Preferí no seguir con la conversación, sin embargo pensé que a lo mejor le interesaba más uno de David Hockney, otro de los grandes del pop art, pero me callé por si acaso la cagaba más, ya que este tema no es mi fuerte.
Llegamos a la ciudad un poco justos de tiempo. Nuestro contacto allí llegó con bastante retraso a socorrernos, nos encontrábamos en la estación de autobuses de la ciudad y debíamos ir hasta el centro en poco más de 30 minutos para llegar a tiempo a la gala del festival. Pedimos un taxi que nos deja en la misma puerta del Gran Teatro cacereño, las colas eran inmensas, pero finalmente conseguimos entrar a la hora.

Tomamos asientos en las poco cómodas butacas del teatro. Instantes después, se forma un pequeño revuelo en la sala. Una cámara de televisión graba la entrada de alguien. Es Massiel, que es recibida con aplausos hasta sentarse en la primera fila. Era la noche de su homenaje por parte de la música independiente. Algunos de los grupos que asistieron incluso se atrevieron a versionar alguna de sus canciones. Su 'Rosas en el mar' sonó como nunca.

La gala de entrega de Premios Pop-Eye transcurre de manera bastante digerible, con muy buena comedia y algún que otro discurso político, alternando bien los momentos musicales con los premios otorgados, buen ejemplo deberían tomar los encargados de preparar los Premios Goya, por ejemplo.
Fueron realmente delirantes las caracterizaciones de algunos artistas de la tierra como Robe Iniesta, Bebe o Soraya, así como la de la concejala de cultura de Extremadura y la de la alcaldesa de la ciudad. Realmente desternillantes. Sacando todos los trapos sucios de la ciudad en apenas 5 minutos. Trapos sucios sobre la noche y la fiesta de Cáceres, el gran número de pijos que abundan por sus calles y la falta de cultura musical.



Yo descubrí este panorama apenas tres horas más tarde, cuando primero casi no me dejan entrar en una discoteca por mis Converse rojas a pesar de abonar mis 6 euros de entrada, cosa bastante normal si la discoteca es selecta e incluso corriente. El problema viene cuando entro y descubro que casi no saben cómo va el tema de los gintonics y que el 94% de la música es sudamericana del tipo "ponte hyper", lo cual no dice mucho a su favor. Pero lo peor es que esto se repite en la inmensa mayoría de todos los locales de la ciudad, en los cuales no dejan de repetir las mismas canciones malsonantes en un asombroso mismo orden como si se hubieran pasado el disco duro con el tracklist de unos a otros.

Volviendo con el Pop Art, cabe destacar lo bien que sonaron los estilos pop/rock indie y garage con grupos como The Profilers, Cajón de Sastre, The Phantom Keys, Sean Riley & The Slowriders y Supernova, a los que merece la pena escuchar, aunque yo ya me estaba poniendo un poco nervioso por la tardanza en aparecer de los grupos a los que venía a ver exclusivamente, empezaba a pensar que no habían podido asistir, pero allí salieron, primero The Blows, cantando su Sin City Lies, con muchos de los allí presentes incluido yo intentando no levantarnos de las butacas para saltar y disfrutar como es debido con esos increíbles riffs de las guitarras. Después de su actuación, recogieron el premio al grupo revelación nacional, a juzgar por sus apariencias y por su discurso, estaban algo colocados diría yo. Incluso creo que llegué a oír que dijeron que el segundo tema que tocaron se llamaba Russian Red, claro, ellos no tienen ningún tema llamado así, supongo que era un guiño para Lourdes Hernández, la cantante de este grupo. Le agradecieron el premio sobre todo a la gente que se baja sus canciones de internet y en general a la gente que les escucha. Los aplausos para el grupo después de que el teatro dedujera que iban hasta las cejas se redujeron un poco, pero no por mi parte, que aplaudí como el que más, dejándome las palmas de la mano en ello, porque realmente se lo merecen. Son cojonudos.



Después de ellos, ahora sí, sale Lourdes Hernández (Russian Red), ya sabéis, la joven chica sobre la que escribí una entrada hace bien poco, la que interpreta el tema principal de la película 'El rey de la montaña'. Prometí ir a verla y allí estuve. Ella y su música fueron los motivos principales por los que me desplacé hasta Cáceres. La pobre tuvo que sacar su actuación adelante con unos pequeños problemas de sonido completamente ajenos a ella. Durante todo el rato que está en el escenario, me quedo completamente pasmado ante su voz, con los pelos de punta y la piel de gallina ante tan hermoso canto. Conozco su música, conozco sus canciones, pero describir lo que ella transmite cuando la ves en vivo y en directo es sencillamente imposible. Entre canción y canción descubrimos que es una chica tímida, cariñosa y muy adorable. Su dedicatoria a Massiel, ayudada un poco por el público, estuvo llena de ternura, y fue la más aplaudida de la noche. Después de recoger su premio al mejor álbum de debut por 'I love your glasses' y aprovechando un pequeño silencio en el teatro, no pude resistir la tentación de gritar un "¡Bravo, Lourdes!" que volvió a reavivar los aplausos y la dulce sonrisa en la cara de la gran artista. De todas formas, me quedé con ganas de más, y pienso repetir el día 17 de Octubre en Salamanca, día que recordemos tocará en el Auditorio Fonseca.



Pronto, los que nos encontramos en el Gran Teatro, nos damos cuenta de que hay una ausencia importante. El grupo Los Planetas no ha venido. Nos molesta un poco, y compartimos la misma molestia con un par de chicas que hacían el mismo recorrido que nosotros, con las que casualmente habíamos coincidido en un garito la noche anterior en otra ciudad más al norte.

Y llegaba el final del Pop Art, el premio especial a Massiel, acompañado por unas preciosas imágenes musicales de la diva. Ya sabéis cómo es ella, parlanchina como ninguna, alegre y risueña. Todo un icono de la cultura y la música popular de nuestro país. Estuvo realmente acertada con sus palabras, que acabaron convirtiéndose casi en un homenaje improvisado al indomable, al buscavidas, al del as bajo la manga, al más grande entre los grandes según mi criterio, a Paul Newman, de cuya muerte se había enterado en ese justo instante.
El final perfecto para la ocasión junto con las palabras "Un corazón independiente es lo que nos hace ser libres". No lo digo yo, lo dice Massiel.

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