jueves, 20 de diciembre de 2007

We all know that Santa's coming

Aquí está, aquí os escribo el anunciado post navideño, porque todos sabemos que son unas fiestas muy especiales y tal. Porque el invierno no está tan mal(no me digáis que no es precioso contemplar esos paisajes nevados o esa preciosa lluvia que da para tantos relatos de cine negro o simplemente para ahondar más en la miseria de nuestros personajes. Ej: "Chasing Amy"), aunque el llamado Mesías naciera en primavera y la iglesia nos lo cambiara a estas fechas tan señaladas. Y es que en general son unas fiestas bastante completas, sí señor. Lo primero es el sorteo de la lotería de Navidad, si hay algún iluso que cree que le va a tocar que se vaya olvidando ya, ahora bien, si tras leer esto te toca tienes mi permiso para venir a abofetearme la cara. Tienes que saber que las probabilidades de que vengas a pegarme son prácticamente nulas(aún más sabiendo la gente que visita este blog), por lo que estoy más que tranquilo.

Después comemos, luego volvemos a comer más y finalmente continuamos comiendo. ¿No está tan mal, no? ¡Y encima todo de calidad! Claro que sí, hombre. Además cambiamos de año, dejamos atrás uno malo para comenzar otro peor... Sí, ya lo sé, siempre con mi habitual pesimismo, pero la verdad es que lo único bueno de pasar de año es que sientes que de verdad tu final está más y más cerca, un día te vas a morir y punto. Por eso la iglesia metió el nacimiento del Mesías en diciembre, para que al pasar al nuevo año nos diéramos cuenta de que todo se irá a la mierda. Aunque la verdad es que vas tan borracho que ni siquiera te paras a pensarlo.

¿Pero qué me decís de Papá Noel o Santa Claus o como cojones queráis llamarle? Dicen que es un mito, una leyenda. Puede que en algún tiempo lo fuera, pero hoy en día es lo que es: un producto de CocaCola. Esto es totalmente verídico, no creáis que se trata de una broma, y es que el Señor de la CocaCola es un producto más de esta fiesta mágicamente desvirtuada que lo único bueno que tiene es que conmemoramos el nacimiento de un superhéroe literario sacado de ese gran libro de aventuras llamado La Biblia. Su nombre es Jesús de Nazaret, pero éste es sólo su nombre humano, cuando se transforma adquiere el nombre de Cristo o Jesucristo. Entre sus poderes más destacados encontramos que puede convertir el agua en vino(muy bueno si se sabe aprovechar bien), puede sanar, resucitar, caminar sobre las aguas y multiplicar panes y peces. Sinceramente creo que en una batalla a muerte contra el increíble Hulk, Jesucristo le metería una buena hondonada de hostias. Y cómo no, como todo héroe que se precie, Jesusito tiene también sus incursiones en el cine. No le falta nada, vaya.

¿Quién sabe? Quizás puede que un día allá en un futuro muy lejano(si el cambio climático lo permite), los personajillos que vivan en nuestro planeta conmemoren el nacimiento de Spiderman.

Y ahora, con vuestro permiso, voy a seguir con mi café solo con hielo en vaso (que es el único que trago). Felices Fiestas, o no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hummm... rezarle a spiderman... sería interesante. Ahora te llaman friki si haces eso, dentro de unos años será católico. jajaja
A mí no me gusta la navidad, hace frío, tengo que llevar mucho abrigo que cuando entro en algún sitio me pesa, no puedo litrar en la calle porque me quedo cubito y soy de color blanco mármol.
Yo soy chica de verano y punto. La navidad es una basurilla ahora que ya sé q no existe nada de nada, ainsss qué tiempos en los que sí que creía...
si gano la lotería (aunque sean 3 euros) no iré a pegarte, vives demasiado lejos, pero te daré un zas en toda la boca virtual. ¿Cuántas visitas recibes, pues?
ya me enrollo... cualquier cosa con tal de no estudiar!!
smuaksss d mora!

Víctor M. dijo...

Tus probabilidades de ganar 3 euros son de un 5%, que lo ha dicho un señor que salió por la tele el otro día.

En lo de beber en la calle te doy la razón, es una putada el frío. Lo peor que te podría pasar es que tu mano se quede adherida al vaso durante unas horas. Yo recomiendo usar guantes, aunque no me gustan nada, son muy incómodos y pierdes el sentido del tacto, un sentido que aunque menospreciado por muchos es tan vital como los otros.

Respecto a lo de las visitas, no lo sé, sólo lo utilicé como broma. Y la verdad es que paso de poner un contador. Me da igual.