sábado, 1 de diciembre de 2007

El duelo musical

A mi nuevo vecino, el que vive justo debajo, le gusta la música de pachangueo. Es decir, una puta basura de música. Algunas tardes vivimos un intenso duelo musical. Él pone eso y yo pongo lo mío. No es rival para mí. El muy iluso cree que puede ganarme con esa puta mierda de reggaeton, Fito o Marc Anthony, joder, hasta me está empezando a salir urticaria por haber puesto su nombre en mi blog. Y efectivamente hoy le he vuelto a ganar por 10 a 0. Diez canciones cojonudas contra... No lo sé muy bien, algo que hacía ruido sin más. Lo que no sé es por qué narices sigue poniendo tarde tras tarde lo mismo. ¿Es que no ha sufrido ya bastante humillación? ¿Acaso cree que algún día podrá competir contra The Black Keys, Brenton Wood, Lori Meyers, The Go-Betweens, Wolfmother, The Kinks, Sidonie, The Jam, The Killers, The Bravery, Oasis, Deluxe o Rinocerose? Joder, si hasta le gano con el puto Harry Nilson. No, qué coño, hasta con Tito & Tarantula.

Bueno, pues el pobre hombre debió darse cuenta de su error y de que había quedado a la altura de un zapato cuando de repente subió a mi casa para decirme que qué canción estaba escuchando yo hace 5 minutos, que le había gustado mucho y que si se la podía pasar. Primero le digo que yo no tengo reggaeton ni nada de eso. Él me contesta que ya lo sabe, y yo que no me acuerdo de la canción que estaba escuchando, así que le invito a pasar y le pongo más o menos las últimas diez canciones o así que aparecían en el reproductor. ¿Sabéis cuál era la que quería? Love & Arthur Lee-My little red book. El muy hijo de puta no tiene mal oído, así que se la paso. Le pregunto que si quiere alguna más, no sé, le propuse algo de The Proclaimers, Freedy Johnston, Iggy Pop, Mighty Mighty Bosstones, joder, le propuse hasta una de las mejores canciones de la historia como es Tangerine de Led Zeppelin, ¡le propuse hasta a Jonathan Richman! The Doors... Y el muy capullo me lo rechazó todo, seguía obsesionado con la canción de Love, y vale, es cojonuda, pero no es capaz de abrir más la mente y me dio pena.

Antes de que se fuera le recomendé que se viera High Fidelity, a ver si así se da cuenta de que existe más música aparte de su bazofia y bajo mi suelo empiezo a escuchar algo distinto de una maldita vez. Después me puse a escuchar a Steve Harley & Cockney Rebel y la canción Make me Smile. Puede que sea antigua, pero me revitaliza la mente en momentos así.

Víctor.M

2 comentarios:

gato montés dijo...

Te acompaño en el sentimiento a mi me sucede lo mismo con unos sudacas (no va con animo despectivo) que viven justo debajo de mi y lo peor es que a mi me ha tocado alguna vez en dia de resaca.

Por cierto la proxima vez que hagamos un corto no os vistais como gañanes playeros de Benidorm

Víctor M. dijo...

Eso era un homenaje a Vincent Vega y a Jules Winnfield de Pulp Fiction en la secuencia de la cafetería.