miércoles, 26 de noviembre de 2008

Belleza en la Provenza

Los que me conocen bien saben que adoro el cine francés, pero más todavía la belleza de sus actrices. Marion Cotillard, Clotilde Hesme, Sophie Marceau, Catherine Deneuve, Juliette Binoche, Audrey Tautou y un largo etcétera. Esto prácticamente me obliga a ver cualquier película en las que ellas hagan acto de presencia, ya sea una cinta buena, mala o regular.



La semana pasada pude ver por fin 'Le Fils de l'épicier' (El hijo del tendero), aquí traducida como Un verano en la Provenza, que se estrenó el pasado mes de Septiembre. El guión es obra de Florence Vignon y Eric Guirado. Dirige el propio Guirado. Actúan Nicolas Cazalé (Caótica Ana), y Clotilde Hesme (Les amants réguliers, Les chansons d'amour).
Antoine (Cazalé), ha perdido su empleo en la ciudad y le pide dinero a su madre para ayudar a Claire (Hesme) a pagar sus estudios en España una vez que ésta termine el bachillerato que ha reanudado a sus 26 años. El padre de Antoine ha sufrido un infarto, y ahora el joven tiene que desplazarse hasta el pueblo en el que se crió para sustituirle como tendero y así devolverle de alguna manera el favor a su madre.



La película describe ese retorno nostálgico al pasado. Cada plano está dotado de una belleza sublime y la fotografía de Laurent Brunet es un auténtico regalo para la vista. En esto siempre he envidiado a los franceses, que desde los tiempos de Renoir le han sacado bastante más provecho que nosotros a los paisajes rurales y al campo. En ocasiones también me recuerda al cine de otro Eric, de Éric Rohmer. El drama familiar y personal de los personajes conmueve, pero está bien solventado con momentos francamente cómicos en los instantes precisos que la hacen bastante agradable de ver. Seguro que a más de uno le provoca una carcajada la personalidad de los clientes de los pueblos que acuden a comprar al tendero para abastecerse, o la irónica respuesta de Nicolas Cazalé cuando dice que ha llegado tarde porque había mucho tráfico, allí, en el lugar más recóndito de la Provenza.



Por supuesto, tengo que mencionar obligatoriamente a Clotilde Hesme, una gran actriz a la que sigo con entusiasmo desde 'Les amants réguliers' de Phillippe Garrel. Alguien debería construir un monumento a la belleza de esta chica, porque si no tendré que hacerlo yo con mis propias manos. Dicho queda.



Si os dais prisa, la película todavía se puede disfrutar en algún cine. En Madrid permanece en la cartelera de los Renoir Majadahonda y en los cines Princesa de la Plaza de los Cubos junto a Plaza de España. El horario para verla en este último es a la 1 de la madrugada. Perfecta hora para disfrutar de una bella película.

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