Ésta debe ser la enésima vez que hablo de 'The Squid and the Whale', y no me canso. Para mí es sin lugar a dudas uno de los mejores guiones que se han escrito en los últimos tiempos. Muchos comparten esta opinión, aunque Noah Baumbach es el tipo de cineasta que suele tener el mismo número de seguidores que de detractores por su estilo poco convencional.
No sé por qué no lo he conseguido antes, pero desde hace unos días puedo disfrutar una y otra vez de la inteligente lectura del guión original de la película, importado directamente desde los Estados Unidos. Aparte del guión y de unas fabulosas fotografías en color, esta lectura proporciona diversas notas escritas tras la postproducción por el propio Baumbach. Algunas tan sólo son simples anécdotas, como por ejemplo, que Warner Bros les cobraba seis mil dólares por poner un póster de Blow Up de Antonioni en el decorado, por lo que acabaron usando el de La mamá y la puta de Eustache, que era gratis. Pero además de este tipo de curiosidades, en estas notas también se puede apreciar mejor todo lo que el director no utilizó en el montaje final y por qué. Algo muy útil para la gente que escribe guiones, ya que te permite mejorar tu propia escritura en muchos aspectos. Cuando estás en la sala de montaje te das cuenta de qué cosas faltan, de qué es lo que sobra y muchas veces del orden que deben llevar las secuencias. Es puro aprendizaje, y siempre tenemos que tratar de mejorar. Ésta es una buena forma de hacerlo.
El libro también cuenta con una interesantísima entrevista a Noah Baumbach tratada siempre desde el punto de vista del guión. En ella, el director habla de su forma de afrontar el proceso de escritura y de su evolución como cineasta desde los años 90. Me hace bastante gracia la manera que tiene de contar cómo escribe los diálogos porque creo que es algo que la mayoría hacemos: repetirlos una y otra vez en voz alta, tratando de darles el énfasis adecuado para ver si funcionan o no. Es algo que si lo ves desde fuera puede resultar bastante cómico. Ahora me viene a la cabeza una vieja historieta de Buñuel, Jean-Claude Carriére y sus vecinos allá en los años 60. El guionista y el director estaban probando diálogos en casa para Diario de una camarera, interpretándolos en voz alta. Buñuel hacía el papel de chica y Carriére el de chico, provocando la confusión entre los vecinos, que comenzaron a pensar cosas raras.
Ya para finalizar, añadiré que el guión consta de una introducción escrita por Wes Anderson, estrafalario amigo y compañero de Baumbach. Toda ella gira alrededor de un famoso jugador de béisbol los Mets, del padre de Noah y de un restaurante italiano de Upper East Side. Yo me esperaba una introducción algo más extensa, sin embargo, como se suele decir: "lo breve, si bueno, dos veces bueno", como esta enorme película.
2 comentarios:
Hola, me ha interesado tu post, quisiera saber dónde conseguiste el guión de la pelicula ó si tú puedes mandarmelo???
De antemano muchas gracias :)
El guión lo compré a través de la tienda online amazon.com por un módico precio. Es una tienda ejemplar y muy segura para hacer compras, para mí, la mejor de la red.
Saludos.
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