jueves, 10 de septiembre de 2009

Así están las cosas

Hace unos días leía una entrevista a Alejandro Amenábar en la que afirmaba que "la crisis del cine español es de guiones" y que "el problema es la escasez de buenas historias". No puedo estar más de acuerdo con sus palabras, a pesar de que la palabra "crisis" casi se podría aplicar a cualquier época cinematográfica en España, aunque claro está, no en cuanto a calidad de historias se refiere. Sin embargo, me gustaría extender un poco más esas palabras.

Iré directo al grano. De acuerdo, faltan buenas historias, de eso no creo que haya muchas dudas. En lo que hay que indagar es en el porqué, y aquí no creo que se trate de un problema de falta de buenos guionistas, más bien es un problema de falta de huevos. Sí, de falta de huevos por parte de la gente que tiene que apoyar esas buenas historias, que creedme, las hay, pero la mayoría se desechan o no llegan a las manos adecuadas.

Otra de las causas de la aparente falta de buenas historias, aunque no la principal, es el escaso relevo generacional. Se dice que el cine español parece estancado, que no hay diversidad ni variedad de géneros, y no me extraña, puesto que siempre estamos dependiendo de las mismas figuras mediáticas que ya conocemos. Está bien mantener nuestro patrimonio, que es rico y abundante, e incluso extenderlo, por supuesto, pero también hay que seguir progresando. Podemos tener ambas cosas, y de esta forma, sólo de ésta, se podría enderezar el rumbo.

Cada vez hay gente más preparada, con mayor formación, pero siempre vemos que en los créditos firman los mismos. Una vez alguien me dijo en justificación a estas líneas, que la mayoría de los jóvenes que vienen a intentar hacerse un hueco en la industria, tienen muy poca cultura cinematográfica y un paupérrimo conocimiento del cine clásico, por lo que sus referencias a la hora de crear quedan prácticamente anuladas, pero yo sé que los que van en serio y quieren hacer arte de verdad, van sobrados de eso. Lo que necesitan es la oportunidad.

Así pues, ¿qué hacen los noveles, la gente que pisa fuerte desde atrás y los honrados que intentan mantenerse en activo? Buscarse las habichuelas donde pueden o en el extranjero mientras Almodóvar hace 'Los abrazos rotos', Garci choricea dinero de los contribuyentes y la ministra de cultura colabora en cosas como 'Mentiras y Gordas', que inexplicablemente son éxitos en taquilla.

Pero no todo es de color negro, si buscamos muy a fondo, veremos que también podemos encontrar auténticas maravillas como 'Bajo las estrellas', 'Vete de mí', 'La noche de los girasoles', 'En la ciudad sin límites', 'Concursante' o '25 kilates', posiblemente la mejor película española en lo que va de este 2009, pero son excepciones que se dan una o dos veces al año. Son películas que casi nadie conoce cuando deberían copar un mayor número de espectadores y salas.

Conclusión: o te conviertes en un mercenario y escribes bazofias infames que parece ser lo que más gusta aquí, o intentas hacer un poco de arte y te pudres en el infierno mientras el cine español se va más a pique todavía. Por lo tanto, Alejandro, mucho me temo que o cambian las cosas, o las buenas historias seguirán faltando.

Otro día tal vez hable de la situación televisiva, que comparte algunos puntos en común con la del cine, sobre todo en su régimen totalitario, y quizá intente responder a preguntas tales como ¿por qué es tan difícil encontrar una serie española de calidad media? ¿por qué los personajes de 'Águila Roja' hablan igual que los de 'Los Serrano' y ¿qué demonios se le pasa a la gente por la cabeza para seguir viendo 'Los hombres de Paco'?

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