¡Reloj, no marques las horas! Como decía aquél. Y es que tras un paréntesis de juegos, fiestas, alcohol y tíos que cantan rancheras en casa de Alejandro Sanz en Nochevieja, de nuevo volvemos a la vida y nos damos cuenta de que todo sigue igual(salvo que ahora hay un 8 donde antes había un 7), con un reloj que suena una y otra vez detrás de nuestra cabeza, tic-tac-tic-tac. La gente se suele marcar nuevos objetivos, pero cuidado, si aún no has cumplido los anteriores no añadas más. Ya sé que el tiempo corre, lo sé muy bien, y siempre, siempre, jugará en tu contra, por mucho que trates de olvidarlo, por mucho que quieras hacer caso omiso de él, el tiempo siempre estará ahí, omnipresente, y lo peor de todo es que sabes que no vas a poder vencerle. Por lo tanto, empieza a cumplir objetivos de una vez, recuerda que un hombre no es lo que dice, es lo que hace. Cumple tus sueños antes de que el tiempo te lo impida, hazlo ya mismo si puedes, sé paciente si quieres, eso es bueno, pero lo justo, no esperes toda una vida para realizarlo. Solamente hay un camino posible para llegar allí: luchar. Puede sonar a tópico, pero es la verdad. Puedes luchar o puedes huir, pero el mundo siempre será de los valientes, de los que arriesgan para ganar, por eso, no hagas caso de falsos mentores que te dicen una y otra vez que abandones tu sueño irrealizable, ni les escuches, estos falsos mentores están por todas partes, pero puedes vencerles, no dejes que atemoricen tu alma, sigue adelante, camina contra la tormenta de arena, siempre hacia adelante. Ellos te dirán que te busques algo que valga la pena de verdad, pero lo que para ti vale la pena de verdad es esto por lo que luchas, no por lo que ellos quieren que luches.
Francis Ford Coppola y Martin Scorsese actuaron una vez de falsos mentores de George Lucas. Le dijeron hace ya mucho tiempo cuando todavía estudiaban todos juntos en la UCLA, que no siguiera adelante con su proyecto de las galaxias, que era una locura, pero Tito Lucas, resuelto, decidió continuar y no hacer caso ni a Martin ni a Francis, continuó y triunfó, e hizo que años más tarde, sus falsos mentores recogieran sus palabras y se las metieran por donde ya sabéis.
En tu propio camino también cabe la posibilidad de encontrar a un verdadero mentor, alguien que te enseñe el camino y te dé ánimos. En el caso de Lucas, este verdadero mentor fue Spielberg, que le apoyó en su momento y se siguen apoyando mutuamente hoy en día.
Toma este ejemplo que estoy seguro te será útil en tus andanzas. El tiempo está ahí, vale, pero todavía quedan segundos suficientes para vencer al guardián del umbral y conseguir la victoria.
Víctor M.
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