viernes, 9 de diciembre de 2011

Orff contra Zimmer

Hace ahora casi cuarenta años, Terrence Malick, un señor hacia el que como sabrán los lectores de este blog, tengo una infinita admiración, escribía y dirigía 'Badlands' (Malas tierras), una película maravillosa de la que guardo un más que grato recuerdo desde la primera vez que la vi, al igual que de las sensacionales interpretaciones de Martin Sheen y Sissy Spacek. Y ésas son a mi juicio las grandes películas, las que después de tanto tiempo, aún te siguen marcando y dejando una huella imborrable en tu memoria. Terry Malick es uno de los pocos cineastas que a menudo consiguen esta proeza, aunque de sobra es sabido que es ese tipo de director al que la gente ama y odia a partes iguales. Nada nuevo, a todos los grandes genios les pasa lo mismo.



Pues bien, hace unos meses se me ocurrió que quería volver a ver otra película que siempre me ha gustado bastante, 'True Romance' (Amor a quemarropa), escrita por el inconfundible Quentin Tarantino y dirigida por Tony Scott. Mi sorpresa llegó al caer en la cuenta de lo mucho que se parecían las bandas sonoras de las películas que estoy comentando. La de Malick fue compuesta hace muchísimos años por un alemán llamado Carl Orff, y la de Tony Scott por otro alemán de renombre que quizá os suene, un tal Hans Zimmer, que para más inri, más tarde trabajaría con el propio Malick en 'La delgada línea roja'.



Entonces me puse a investigar y resultó que mi oído no estaba nada mal, ya que ambas versiones son prácticamente la misma, de hecho, el tema principal de Amor a quemarropa, llamado 'You're so cool!', no sé si es un querido homenaje de Zimmer para recordar a su compatriota o un plagio en toda regla. Supongo que estaréis deseando escucharlo.




¿Qué os parece? No suenan mal, ¿verdad? Aparte del "homenaje", personalmente es una melodía que me encanta y que acompaña a la imagen de estas dos grandes películas a la perfección. Creo que las engrandece más aún si cabe, que las hace más épicas en su conjunto, más recordadas en definitiva, como sólo consiguen las grandes bandas sonoras de la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué curioso! Muchas gracias por el descubrimiento.