viernes, 6 de febrero de 2009

Me gusta, no me gusta

Me gusta dormir en la cama mientras escucho el sonido de la lluvia en el tejado. No me gusta la gente que sorbe la sopa exageradamente. Me gusta especialmente el olor del alquitrán y el de la gasolina o el de las páginas de los libros antiguos. No me gusta ver una película empezada. Me gusta pasear por ciudades que no conozco sin saber hacia dónde me dirijo. No me gusta ver mi propia sangre. Me gusta memorizar datos absurdos. No me gusta que la sal de la playa se quede pegada a mi cuerpo. Me gusta sacar de quicio a la gente. No me gusta que arañen las pizarras. Me gusta hablar solo (¿que si estoy loco? Por supuesto). No me gusta que los pies sobresalgan de la manta cuando estoy arropado. Me gusta seguirle la corriente a los niños pequeños. No me gusta la gente que come o habla en el cine. Me gusta hacer el pino cuando me estreso. No me gusta morder ni que muerdan el palito de madera de los helados. Me gusta arrancar la hierba del suelo. No me gusta que me entre arena en las zapatillas. Me gusta untar el pan en la yema de los huevos. No me gusta llevar reloj en la muñeca...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me ha encantado esta entrada!
Hay cosas que me han llamado la atención, pero lo que me ha dejado alucipaticifusaquenotengopalabras es... ¿¿¿sabes hacer el pino???
IN-CRE-DI-BLE

Víctor M. dijo...

Jajajaja, me asombra que te asombre. Pues sí, el pino es una de mis habilidades, aunque tengo que reconocer que alguna que otra ostia me he dado a lo largo de los años. Antes hasta andaba con las manos y todo, pero eran otros tiempos...