viernes, 8 de agosto de 2008

Ayer vi la última de Kusturica

'Zabet' (Prométeme) es la última película del serbio Emir Kusturica si no contamos el documental 'Maradona por Kusturica'. Ambas se presentaron en Cannes, pero su documental sobre el astro argentino no fue recibido todo lo bien que se podría esperar por parte del público.
'Prométeme', que se presentó en sección oficial, tampoco es de lo mejor que ha hecho, sin embargo, si te gusta Kusturica, la puedes dar por válida, e incluso te puede llegar a gustar. Está claro que no es 'Papá está en viaje de negocios', con la que ganó su primera Palma de oro y fue nominado al Oscar, ni 'Underground', semejante en el estilo y con la que ganó su segunda Palma de oro (sólo hay cuatro cineastas que han logrado dos Palmas de oro en Cannes: Francis Ford Coppola, Billie August, Shohei Imamura y el nombrado Kusturica), y creo que está claro que también se queda lejos de 'El tiempo de los gitanos'. Aun así, no me desagradó ni a mí, ni a algunos de los asistentes en Cannes, aunque también ha recibido duras críticas. Pero por encima de todo esto, hay que decir que el sello Kusturica está presente, lo que por mi parte es de agradecer.

'Prométeme' trata sobre un joven (Tsane) que vive en el campo con su abuelo, el cual le pide a su nieto que parta hacia la ciudad para vender su vaca, comprar un icono religioso, un recuerdo, y encontrar una novia. Una larga comedia completamente disparatada de dos horas de duración que cuenta según mis cálculos con unos cinco clímax, todos ambientados con música de ritmos gitanos rápidos y cada uno de ellos más locos que el anterior.
Un punto positivo es el descubrimiento de un nuevo valor serbio, Marija Petronijevic, que con tan sólo 19 años deslumbró a Emir Kusturica y entró en el reparto de la película de chiripa. Marija se encontraba frente a su colegio cuando el equipo de rodaje deambulaba por los alrededores. Tomaron fotos suyas, e inmediatamente, el director la seleccionó para el papel de Jasna.

1 comentario:

Sun-T dijo...

Me la apunto. Promete mucho pese a las criticas que he leido, pero me da igual puesto que Emir K. es uno de los pocos que tiene un sello personal (y eso vale un potosí)