Grandes Escenas del Cine: 'Magnolia', de Paul Thomas Anderson

Tras acabarla, Thomas Anderson dijo: "Para bien o para mal, Magnolia será la mejor película que jamás haya hecho en mi vida". No sé hasta qué punto uno puede tomarse esa frase en serio teniendo en cuenta el talento y la juventud de este hombre. Sin embargo, la película es tan grandiosa como su título anticipa, un clímax de tres horas, una película que empieza con un ritmo endiablado y termina aún más arriba sin dejarte ni un segundo para respirar. Una locura, sí, pero una locura con mucho sentido y unas interpretaciones absolutamente descomunales.

Posiblemente se trate de la mejor interpretación de Tom Cruise en toda su carrera de actor, y dudo mucho que pueda superarla, con una Julianne Moore superlativa que nos hace replantearnos por qué esta mujer aún no tiene un Oscar, y un reparto soberbio en general a las órdenes de todo un señor director. Además, para mi gusto Magnolia posee uno de esos finales dignos de levantarse y aplaudir, aunque estés tú solo en casa.

La secuencia que he elegido es el momento en el que empieza a sonar el tema Wise Up y la voz de la cantante Aimee Mann pasa a ser la voz de todos los personajes. Sin duda una de esas mezclas perfectas entre música y cine, una secuencia que siempre consigue ponerme los pelos de punta en el desarrollo de la película.