martes, 12 de enero de 2010

Hasta la próxima, monsieur Rohmer

Perdonad mi pequeño abandono, ya venía avisando el mes pasado que se aproximaban fechas difíciles en las que iba a tener que dejar un poco de lado las entradas del blog. Y si no lo avisé o no lo dejé claro lo digo ahora. Pido perdón por la ausencia y por los futuros días que puede que sean algo más desérticos de lo habitual, pero hoy no podía faltarle a este señor, Eric Rohmer. Me he enterado tarde de su muerte, y cuando lo he oído se me ha encogido el corazón por tantos ratos de buen cine que ha hecho pasar este hombre tan peculiar, a quien le dedicaba un post hace unas semanas recordando algunas de sus películas con las que más he disfrutado.

Bajo mi punto de vista, nos ha dejado uno de los mayores genios de la historia del cine. Vale, de acuerdo, puede que sus películas no gustaran a la mayoría, a esa mayoría que consideraban su cine aburrido, demasiado filosófico o directamente para intelectuales, algo que por cierto, es falso, sin embargo, sí que reconozco que su cine es sólo apto para cinéfilos con un paladar muy especial. Ya sabéis que yo nunca me he decantado por los productos preferidos por las grandes masas, quizá por eso, Eric Rohmer fuera también uno de mis directores y guionistas favoritos. Yo, que siempre me he identificado de vez en cuando con la idilia de sus personajes, sobre todo por el que interpretaba Patrick Bauchau en 'La coleccionista', mi película favorita de su filmografía junto a 'Mi noche con Maud', 'La rodilla de Clara', 'Las noches de la luna llena', 'El rayo verde', 'Cuento de Verano', 'Pauline en la playa'...



"No hacer nada de nada y pensar en ello es agotador. Es cierto, trabajar es más fácil, se sigue un patrón. En el trabajo hay algo de pereza. El trabajo es una huida hacia delante, una especie de buena conciencia que adquirimos [...]. Me parece menos deshonroso dormir en casa de un amigo que ser asistido por el estado. La mayoría de gente que trabaja hoy hace un trabajo superfluo. Las tres cuartas partes de las actividades son parasitarias. No soy yo el parásito, son los burócratas, y también los técnicos [...]. En la actualidad no cuenta el trabajo, sino la apariencia. Todo el mundo dice que el trabajo no es más que un medio. Se habla de la civilización del ocio, y cuando lleguemos a eso, no tendremos sentido del ocio. Hay gente que trabaja cuarenta años para poder descansar, y cuando por fin lo logran, no saben qué hacer y se mueren. Sinceramente, creo que sirvo mejor a la humanidad holgazaneando que trabajando [...]. Siempre he lamentado no ser rico, pero si fuera rico, lo que tú llamas mi dandismo, sería una ventaja. Estaría totalmente falto de heroísmo, y no puedo concebir un dandy sin heroísmo.

Estas palabras escritas por Rohmer y puestas en boca de Patrick Baucheau en La coleccionista, son probablemente el momento de mi mayor identificación con uno de sus personajes.

Para cinéfilos con un paladar muy especial. Siempre idílico, siempre introspectivo, lógico, analizador, siempre pausado, siempre Rohmer.

1 comentario:

Maribel dijo...

Aprovecho para felicitarte el año que ha comenzado con esta triste noticia. Por lo menos nos quedan sus películas. De “La coleccionista” yo podría quedarme con un dialogo de Daniel con un crítico de arte al que muestra una creación suya, una caja de pintura rodeada por cuchillas.
“Sólo frecuento a gente peligrosa. Me recuerdas la elegancia de la gente del final del siglo XVIII, que estaba extremadamente preocupada por su apariencia, por el efecto que producía en los demás. Ese efecto era el principio de la Revolución. La distancia establecida entre la elegancia y la gente no elegante es esencial porque establece un vacío alrededor de la persona. Tu también creas ese vacío a tu alrededor con los objetos. Pero podrías muy bien prescindir de tus objetos. Tú eres la caja de pintura envuelta por cuchillas. Como era San Justo. Las cuchillas son la palabra. Quizás el silencio, quizá también la elegancia, un cierto amarillo…”
Quizás el talento y la elegancia de Rohmer hacían que no fuera comprendido por muchos, pero para mí era un gran director, uno de los mejores.