martes, 29 de julio de 2008

Clerks II

Hace un par de años me sentí muy complacido por el estreno de la segunda parte de Clerks después de 12 años de la primera, a la tengo en un altar. Lo que no me imaginaba es que Clerks II fuera a estar a la altura de ésta, pero lo consiguió, una vez más, Kevin Smith volvió a sorprenderme, y es que muy pocos tienen esa agilidad para crear diálogos tan ingeniosos que parecen sacados de la chistera de algún mago, porque además, en sus películas, todo vale. En esta segunda parte que nos cuenta la vida de los empleados Dante Hicks y Randal Graves en un restaurante de comida basura tras el incendio de su querida tienda el Quick Stop, podemos encontrar desde comparaciones entre Anna Frank y Helen Keller, hasta de Star Wars y El señor de los anillos, pasando por temas tan variopintos como la normalización de insultos racistas o el bestialismo (erotismo entre especies).

En ocasiones es difícil ver esta película como una segunda parte, ya que cada película de Kevin Smith (Mallrats, Persiguiendo a Amy, Dogma) se podría considerar como una nueva pieza de un macropuzzle, de una gran obra que intenta llevar a cabo. De hecho, aunque continúa creando y creando nuevos personajes en cada película, muchos de ellos ya los conocemos de las anteriores, algo que nos sirve para ver más de cerca la evolución con la que han llegado hasta aquí. Sin ir más lejos, Jay y Bob el Silencioso (interpretados por Jason Mewes, gran amigo de Smith y por el propio Kevin Smith respectivamente) han aparecido en unas 7 películas, y no todas son del reconocido director. También son habituales las apariciones de Ben Affleck, Jason Lee y Matt Damon.
Clerks II consiguió que todo Cannes se pusiera en pie para darle una larga ovación de 8 minutos. No hace falta que diga lo que significa esto.

Aquí está una de las escenas más desternillantes, la lucha entre Randal Graves, fanático de Star Wars y los freaks del Señor de los Anillos:



Y de nuevo Randal en otra escena, en esta ocasión defendiendo que 'esclavo de mierda (porch monkey)' no es un insulto racista. Me he tomado la libertad de ponerla en español porque la mayoría de los insultos que se dicen, al no estar subtitulados, son realmente difíciles de coger.



¿Creíais que me había olvidado de Rosario Dawson? Pues no, su actuación en esta película me resulta más que agradable, esta mujer transmite muy buenas vibraciones. Está sencillamente irresistible bailando en la azotea.
...Y que viva Nueva Jersey:

miércoles, 23 de julio de 2008

Fargo, posiblemente mi película favorita

Ésta es una historia verdadera. Los acontecimientos descritos en esta película ocurrieron en Minnesota en 1987. A petición de los supervivientes, los nombres han sido cambiados, por respeto a los muertos, el resto se ha relatado tal y como ocurrió.

La primera en la frente, como se suele decir. Nada más empezar ya tenemos la primera "coenada", porque ni la historia es verdadera ni está basada en hechos reales ni nada de nada. De hecho, William H. Macy, que interpreta a Jerry Lundergaard, un vendedor de coches bastante idiota y mentiroso, les fue a preguntar a Joel y a Ethan sobre esos supuestos hechos reales que rezaban en el comienzo del guión, pero los Coen le respondieron con una firmeza y una sinceridad aplastante que la película no estaba basada en ningún hecho real. Macy, indignado, les dijo que no podían hacer eso, que no podían decir algo que no era verdad, y los hermanos que por qué no, si ya se habían inventado toda la película. De todas maneras, es algo que la hace más creíble. He aquí la típica triquiñuela Coen. Una película suya no sería lo mismo sin estas cosas.

El jefe de policía de Brainerd, la ciudad donde suceden parte de los hechos, le preguntó a los Coen que dónde habían tenido lugar esos acontecimientos, ya que él no había tenido noticias. Ethan Coen le dijo que si se lo contara tendría que matarle.
El sueco Peter Stormare, que interpreta a uno de los secuestradores, argumenta que la película es una historia verdadera, pero que puede que nunca ocurriera.
La verdad es que hubo una noticia en un periódico que fue la que les sirvió de inspiración, trataba sobre una mujer desaparecida, la policía preguntó al marido, y éste les dijo que ella estaba en Dinamarca. Más tarde se descubrió que la mujer había sido asesinada en una trituradora de madera.
Joel Coen dice lo siguiente: "Las historias que no son muy verosímiles a veces resultan ser ciertas, y las historias que no lo son resultan ser falsas." A lo que Ethan añade: "El guión de Fargo pretende ser cierto."
Después de tanto marear la perdiz, podemos decir que Fargo no está basada en hechos reales, o al menos, eso se cree. De lo que sí estoy seguro es de que algunos hechos que aparecen sí que ocurrieron de verdad. Y desde luego, viven en un país en el que algo así podría ser totalmente verídico.

El eje de la película es el siguiente: Jerry Lundergaard (William H. Macy), un empalagoso vendedor de coches en una pequeña ciudad de Minnesota, se encuentra endeudado hasta las cejas, pero tiene un plan. Contrata a dos tipos (Steve Buscemi y Peter Stormare) para secuestrar a su mujer y pedir por ella, a su millonario suegro (Harve Presnell), un importante rescate. Será un trabajo fácil y nadie va a salir herido... hasta que comienza a morir gente. Es entonces cuando entra en escena la Jefe de Policía Marge Gunderson (Frances McDormand), una mujer muy peculiar, bebedora compulsiva de café, siempre ataviada con una parka y en avanzadísimo estado de gestación que no se detendrá ante nada hasta encontrar al culpable.

La película fue nominada a 7 Oscars en la edición del año 1997, de los que se llevó dos: mejor guión original para los Coen y mejor actriz para Frances McDormand. La cinta también estuvo nominada a la mejor película, mejor actor de reparto (William H. Macy), mejor director, fotografía y montaje.

Quizá, lo que más me atrae además de la fabulosa historia, que no podría ser más original con todo el sentido de la palabra, o de las impecables interpretaciones de todos los actores, hasta de los figurantes, es la fotografía del aclamado Roger Deakins, nominado a 7 Oscars a lo largo de toda su carrera, la última por 'No Country for Old Men'. Roger es el director de fotografía habitual de los Coen y también fue nominado por 'O Brother, Where Art Thou?' y 'El hombre que nunca estuvo allí', hecho irrefutable de la gran calidad que se puede ver siempre en la imagen de las películas de Joel y de Ethan. Roger asegura que el peor momento de su carrera fue cuando los hermanos le hicieron rodar el desagüe del lavabo en Barton Fink.

En Fargo, se vuelve a lucir con los paisajes nevados y blanquecinos de Minnesota, donde no se es capaz de diferenciar el suelo del cielo. Todo es blanco. Una combinación perfecta con la música de Carter Burwell. Por desgracia, el año en que rodaron la película, fue el segundo año de menos nieve en el estado en los últimos 100 años, y tuvieron que trasladarse hasta Dakota del Norte para encontrar la nieve. La mayoría es artificial, y es una pena, porque en una de mis escenas favoritas, cuando Steve Buscemi entierra el maletín con el dinero, probablemente la nieve le hubiera cubierto la mitad del cuerpo, pero apenas le cubre las botas. Además, ésta fue la única escena en la que los Coen discutieron. Después de que Steve enterrara el dinero, Ethan decía que debía mirar hacia la derecha y Joel que debía hacerlo hacia la izquierda. Finalmente, se decidió que Steve mirara primero a la derecha y luego a la izquierda. La escena se hizo en una sola toma, que por suerte salió perfecta, y digo por suerte porque rodar en la nieve es bastante complicado. Si una toma no gusta o no sale bien, te tienes que desplazar unos metros más adelante para volver a rodarla y evitar entre otras cosas que salgan las marcas o pisadas anteriores.

Cuando estaban buscando localizaciones, desechaban cualquier tipo de escenario que fuera interesante. Ellos intentaban visualizar la América profunda.
Fue una producción de muy bajo presupuesto, y si un día no había nieve, tenían que buscarla por donde fuera, ya que no se podían permitir el lujo de no rodar un día. Los Coen siempre le han sacado partido a cada centavo.
Para las cámaras se utilizaron mantas eléctricas que cubrían las baterías, aunque en teoría, pueden funcionar hasta a 60 grados bajo cero.
No se rodó ni una sola escena en la localidad de Fargo, que es la que da nombre al título. Los Coen nacieron en Minneapolis, así que para ellos rodar por estas zonas fue como volver a casa. Dicen que Minnesota es como Siberia pero con restaurantes familiares. El singular acento de las gentes que habitan el amable estado merece ser oído, por eso yo siempre recomiendo la versión original. Otro punto positivo para los actores.

Tema principal

En un principio, a Frances McDormand no le convencía su papel, y se lo pensó mucho hasta que al final decidió hacerlo. Me supongo que su marido Joel Coen tuvo mucho que ver en el asunto. A ella, los hermanos se lo han dado casi todo. Frances comenzó en el cine con 'Blood Simple', la primera película también de ellos.
Respecto a Bill Macy, el actor tuvo que hacer la prueba para el papel de Jerry Lundergaard hasta tres veces, incluso amenazó a los Coen con matar a su gato si no le daban el papel.
A Steve Buscemi, que ya había actuado con ellos antes en 'Muerte entre las flores' y en 'Barton Fink', le querían dar un papel mayor, y escribieron su personaje, Carl Showalter, exclusivamente para él. Algo que no es demasiado halagador.
En cuanto a Peter Stormare, él trabajaba entonces en Broadway, y unos años atrás tuvo que rechazar el estar en el reparto de 'Muerte entre las flores'. Un tiempo después, los Coen volvieron a contactar con él para darle otro papel, el de Gaear Grimsrud en Fargo. Stormare leyó el guión y se preguntó dónde estaba ese papel, ya que su personaje habla solamente cuatro o cinco veces en toda la película. Y tampoco dice grandes frases, lo más largo es "Cállate de una puta vez o te encierro en el maletero."

Muchos actores o nuevos miembros del equipo técnico que todavía no saben lo que es trabajar con los Coen, se sienten reticentes en un principio para rodar una película con ellos porque piensan que obedecer las órdenes de dos tipos a la vez puede ser un verdadero lío, pero al final todos acaban convencidos, puede que por aquella época los hermanos se dividieran los créditos aunque ambos hicieran el mismo trabajo (Joel dirección, Ethan producción y ambos el guión), pero lo cierto es que los dos se entienden y se distribuyen como si fueran uno. Un hecho que asombró bastante al ya nombrado director de fotografía Roger Deakins en sus comienzos con ellos. Por supuesto, como la gran mayoría que trabaja o ha trabajado con los Coen, salió encantado.

Otro pro a su favor es que son unos de los pocos guionistas/directores que no cambian un ápice de sus guiones una vez han cerrado las páginas del mismo. Hoy en día se piden revisiones constantemente. Aquellas líneas de los guiones en las que aparece un asterisco a la derecha, son páginas que han sido retocadas. Además, estas páginas suelen ir acompañadas por colores, generalmente de la siguiente manera: el rojo para la primera revisión, el azul para la segunda, verde para la tercera y amarillo para la cuarta. Esto provoca que muchos guiones sean multicolores durante los rodajes. Pues bien, los guiones de los Coen no son multicolores. Jamás lo han sido. Perfecta muestra de lo claras que tienen las cosas una vez empiezan a rodar.
He aquí uno de los fragmentos de Fargo:



Desde luego, es posiblemente mi película favorita por todo, por el guión, por los personajes, por la nieve, por la música, por la tragedia, por el humor, por FARGO. Un título más que idóneo para los hermanos Coen, que anunciaba que iban a llegar muy lejos: Far/Go. ¿Lo pusieron adrede? Ellos dicen que no, pero conociendo a los Coen no sé qué pensar...

domingo, 20 de julio de 2008

Frases de cine (parte 1 de 1000)

No sé si todas son grandes frases del cine. Algunas las reconoceréis al instante, pero otras son de las que yo más recuerdo, así que seguramente puede que la mayoría no os suenen de nada:

-Tenéis que apuntar hacia los ricos, acechadlos en los corredores y luego derribadlos. Mr. Blume (Bill Murray) en Academia Rushmore.

-La mentira es un verdadero talento, Auggie. Para inventar una buena historia, una persona tiene que saber apretar todos los botones adecuados. Yo diría que tú estás en lo más alto, entre los maestros. Paul Benjamin (William Hurt) en Smoke.

-¿Nunca has pensado que estás haciendo el gilipollas? Roland Bozz (Colin Farrell) en Tigerland.

-No hay nada más ridículo que un hombre corriendo tras su sombrero. Tom Reagan (Gabriel Byrne) en Muerte entre las flores.

-¡Soy escritor! Barton Fink (John Turturro) en Barton Fink.

-Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gángster. Henry Hill (Ray Liotta) en Uno de los nuestros.

-Querer joderme a mí es querer joder al mejor. Tony Montana (Al Pacino) en El precio del poder.

-No empecemos a chuparnos las pollas todavía. Señor Lobo (Harvey Keitel) en Pulp Fiction.

-Kumar, ¿qué estabas haciendo en el congelador?. Anthony Adams (Luke Wilson) en Bottle Rocket.

-Mi tío Phil cayó muerto de repente jugando al squash... El médico se lo había recomendado para la salud. Mickey Sachs (Woody Allen) en Hannah y sus hermanas.

-Incluso cuando estoy en otras ciudades, lo único que me gusta es mirar casas. Qué hermosa sería una película que sólo tratara de casas. Vistas panorámicas de casas. Garbatella, 1927. Villa Olímpica, 1960. Tufello, 1960. Vigne Nuove, 1987. Monte Verde, 1939. Nani Moretti en Caro Diario.

-No me soprendería, Pat, que Billy te volara la cabeza de un tiro: siempre has sido un padre para él. Lemuel (Chill Wills) en Pat Garrett y Billy The Kid.

-Eso de que el que no trabaja no come o ganarás el pan con el sudor de tu frente... vamos, eso es un invento para tener esclavos, porque sin esclavos el poder no tiene poder. Dante (Eusebio Poncela) en Martín (Hache).

-Jamás me cogeran, porque soy inocente. Dignan (Owen Wilson) en Bottle Rocket.

-Hay cosas en la vida más importantes que el dinero, ¿sabes? ¿no lo sabías? Y ahora estás aquí, y hace un precioso día. Es muy difícil entenderlo. Marge Gunderson (Frances McDormand) en Fargo.

-Es el primer hombre en cinco años que no me ha dicho que me parezco a Veronica Lake nada más verme. Lynn Bracken (Kim Basinger) en L.A.Confidential.

-Este mundo es una puta mierda, sí, pero estoy vivo y no tengo miedo. Recluta Bufón (Matthew Modine) en La chaqueta metálica.

-Yo también me tengo por un agudo observador de la comedia humana. Everett Ulysses McGill (George Clooney) en O Brother, Where Art Thou?

-Calla de una puta vez, Donny. Walter Sobchak (John Goodman) en El gran Lebowski.

-Quizá hayamos acabado con el pasado, pero él todavía no ha acabado con nosotros. Jimmy Gator (Philip Baker Hall), Donnie Smith (William H. Macy) y El narrador en Magnolia.

-Si no llego a conocerte en esta vida, déjame sentir tu presencia, una mirada de tus ojos, y mi vida será tuya. Sargento Welsh (Sean Penn) en La delgada línea roja.

-Come una magdalena, ridículo. Ford Fairlane (Andrew Dice Clay) en Las aventuras de Ford Fairlane.

-Cuando no tenía un centavo en el bolsillo, iba y robaba más, controlábamos todo, untábamos a la bofia, untábamos a abogados, untábamos a los jueces... Todo el mundo ponía la mano y por ese motivo todo podía comprarse, y ahora todo se acabó. Eso es lo más duro, que hoy todo es distinto, no hay aliciente, tengo que esperar como todo el mundo, ni siquiera me mandan comida decente. Nada más llegar aquí pedí espaguetis con salsa marinara y me mandaron macarrones con ketchup. Soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas. Henry Hill (Ray Liotta) en Uno de los nuestros.

-¡Soy el mejor! ¡Soy el mejor! ¡Soy el mejor! Jake La Motta (Robert De Niro) en Toro Salvaje.

-Hola, mi nombre es Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir. Iñigo Montoya (Mandy Patinkin) en La princesa prometida.

-Me llamo William Manny. He matado a hombres. He matado mujeres y niños. He matado todo tipo de seres vivientes. Y hoy he venido a matarte a ti. William Manny (Clint Eastwood) en Sin perdón.

-No sois vuestra cuenta corriente. No sois el coche que tenéis, ni el contenido de vuestra cartera. No sois vuestros pantalones. Sois la mierda cantante y danzante del mundo. Tyler Durden (Brad Pitt) en El club de la lucha.

-¿Quiere un disco de Stevie Wonder para su hija? ¿Es que su hija está en coma? Barry (Jack Black) en Alta Fidelidad.

-Trabajar en McDonald's también es duro, pero a ellos no les dejas propina, por qué no, te sirven igual, pero no, la sociedad dice: no dejes propina a éstos, pero sin embargo dásela a aquéllos, gilipolleces. Señor Rosa (Steve Buscemi) en Reservoir Dogs.

¿Eso es un chubasquero? Paul Allen (Jared Leto) en American Psycho.

-No soy un superhéroe, señora. Sólo soy un niño del barrio. Joven Harvey Pekar (Daniel Tay) en American Splendor.

-Putos no faltan, lo que faltan son financistas. Marcos (Ricardo Darín) en Nueve Reinas.

-Vas con esta tía colocada y un saco de abono, ¿crees que parecéis una parejita de inocentes horticultores? Winston (Steven Mackintosh) en Lock, Stock & Two Smoking Barrels.

Y podría seguir durante días y días, pero creo que por hoy son suficientes.

miércoles, 16 de julio de 2008

Una de café y cigarrillos

Me gusta el café solo con hielo, es el único café que pruebo. No fumo, aunque lo advierto, después de ver Coffee and Cigarettes o cualquiera de sus cortos, es probable que mucha gente se convierta en fumadora empedernida. Ya lo dijo Jim Jarmusch en Blue in the face cuando hablaba con Harvey Keitel: café y cigarrillos, el desayuno de los campeones.

Hablé de Coffee & Cigarettes en la entrada de Tom DiCillo, ya que éste fue el cámara del primero de los cortos. Precisamente, hoy os voy a mostrar uno de esos cortometrajes, y quiero empezar por uno de los que se rodaron en 2003, el segmento titulado 'Cousins?' (¿Primos?) con las estelares interpretaciones de Fred Molina y Steve Coogan, que junto al segmento 'Somewhere in California' con Iggy Pop y Tom Waits me parece de los mejores. No obstante, también recomiendo otros como el de Benigni, 'Strange to meet you', el de Steve Buscemi, 'Twins', el de Renee French, 'Renee', el de Cate Blanchett, o el de Bill Murray con los raperos GZA y RZA.

Y una noticia, Jarmusch terminó de rodar satisfactoriamente en España su nueva película, 'The Limits of Control', con Bill Murray, John Hurt, Tilda Swinton, Gael García Bernal, Luis Tosar y Oscar Jaenada entre otros, y actualmente se encuentra en tareas de post-producción.



domingo, 13 de julio de 2008

Ángeles González-Sinde y el guión

Os voy a presentar uno de los mejores artículos que he leído sobre el maravilloso mundo del guión. Lo escribió la actual presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, la guionista Ángeles González-Sinde. Es un artículo que de vez en cuando me gusta releer, y no me queda más remedio que rendirme ante él. Nadie podía haber dado tan de lleno en el clavo como ella.

Cómo hacer de una idea genial un guión que ni fu ni fa

No nos engañemos, ideas para películas las tenemos todos, hasta mi amiga Candi la panadera. ¿A quién no le ha ocurrido que estando tranquilamente en una boda, el comensal de al lado (el típico primo de un cuñado de Valladolid que te han colocado de vecino no se sabe bien por qué) cuando se entera de que te dedicas al cine te sale con que él sí tiene una historia maravillosa que sería un éxito seguro?

A todos. Nos ha ocurrido a todos, y con más frecuencia de la que desearíamos. Hasta en la propia familia te salen estos argumentistas espontáneos. Hasta la propia madre te bombardea con sugerencias geniales, sacadas de la vida misma, que tú sólo tienes que desarrollar un poquito y poner en órden. Un amigo mío productor (sí, aunque no se lo crean estas cosas a veces ocurren y los guionistas, que siempre andamos llorando por las esquinas porque nos pagan poco, mal y tarde, nos hacemos amigos de los productores) cuando su madre amenaza con narrarle una de estas anécdotas que, traducidas al cine, le pueden hacer, según el criterio de la buena señora, multimillonario, le contesta: "Escríbeme una sinopsis, mamá." Es mano de santo. Se quedan pasmados. Cesa el parloteo y durante una temporadita se vacunan y no vuelven a darte la tabarra con lo de las ideas buenísimas.

Porque, amigos míos, al fin y al cabo de arranques brillantes están las papeleras de los guionistas llenas. Lo fastidiado es sacarlas adelante. Lo terrible es superar el páramo desolador ése del segundo acto para llevar esas ideas geniales, brillantes, fantásticas hasta el final. Porque el final, ¿qué decir del final? ¿acaso la madre de mi amigo o el tío ése de Valladolid han pensado alguna vez en el final de su inolvidable historia? Mucho me temo que no, que si tienen un arranque no tienen final, si tienen final no tienen principio y si tienen personaje no tienen historia. En lo que todos suelen coincidir es en que ninguno tiene conflicto. Sencillamente tienen una idea espléndida, una situación única, pero esos detallitos insignificantes te los dejan a ti que eres tan majo y tan simpático, y encima te están haciendo el favor de compartir contigo una joya que podía hacerles ricos.

Porque ésa es otra. Si por azar se te ocurre una tarde aburrida desarrollar el invento, y encima lo escribes, y encima lo vendes, y encima la peli se hace, y además, en el paroxismo de la suerte, se estrena y sale en los papeles, te verás en los tribunales acusado de robo, plagio y violación de los derechos humanos. De todos. Menudos son los autores espontáneos.

Lo más grave del asunto es que, desde que el cine se ha popularizado en los últimos años y florecen las escuelas de guionistas como robellons en el Ampurdán, el número de los que antes eran espectadores y ahora quieren ser artistas, se ha incrementado también tan espectacularmente como la cuota de pantalla del cine español.
Dos compañeras de colegio, una felizmente casada con niño, enfermera de profesión, la otra exitosa ejecutiva de marketing de discográfica, y bien entradas en la treintena ambas, me han salido este año con que quieren escribir largometrajes y que las ayude. La tele no, la tele no les interesa, es poco para los guionistas principiantes, al parecer. Por eso, por el cine, han dejado sendos empleos y dedican sus ahorros y recursos a perseguir a las musas y perseguirme a mí, que a sus ojos debo ser su delegada en Madrid Noroeste, por lo visto.

Yo no sé cómo decírselo, no sé cómo explicarles que ver películas es muy bonito, que hacerlas quizá también, pero que escribirlas es nefasto para la salud mental, para la física, para el bolsillo, para la vida sentimental, y sobre todo, para la línea, tanto sedentarismo propicia la aparición de prematura celulitis, sobrepeso y fofismo en general. Eso por no hablar de los catastróficos efectos que las ondas de la pantalla del monitor tienen sobre los ojos. ¿Han visto algún guionista que no lleve gafas? ¿han visto alguna top model que en sus ratos libres sea guionista? Pues claro que no. El guionista se atrofia pegado a esa butaca durante meses siguiendo el cambiante capricho de directores, productores y actores (¡ay... los actores!) que nunca están contentos con la última versión.

Ellas me dicen que no, que el cine es apasionante, que contar historias es fascinante. Yo que de ninguna manera, que se confunden, que quizá sean apasionantes los rodajes, no lo niego. Según tengo entendido, se pasa bastante bien, dan bocadillos y predominan, por un lado, el ambiente festivo de camaradería y exaltación de la amistad, y por otro, un sentimiento de grupo al mando de un capitán que ha de llevar a buen puerto una caravela cargada de tesoros. Son estas condiciones todas que hacen que las nueve semanas resulten bastante amenas. Nada que ver con el año o año y medio que se pasa una sola en su casa estrujándose la mollera para sacar adelante un maldito guión.

Les insisto que quizá el montaje pueda ser atractivo, corta pega, corta pega, ahora me tomo un cafetito, ahora le pongo esta música a ver qué tal queda, ahora quito esta escena, ahora me tomo un vinito con el del avid de al lado, ahora quito esta frase, ahora la vuelvo a poner. Pero sobre todo intento aclararles que escribir películas es agotador, frustrante y en último extremo soporífero.

La principal actividad en la jornada laboral de un guionista es encontrar otras actividades que lo mantengan alejado del ordenador. Hoy en día casi todos escribimos con ordenador, cosa que, dado lo vagos que somos, estoy segura de que ha influido decisivamente en el incremento de la calidad de lo escrito, estoy segura de que hace años una reescritura a máquina se emprendía mucho más meditadamente que hoy y los escritores en general reescribían menos que ahora. Vaya, a ver si esto en lugar de un inconveniente va a ser una ventaja. Lo voy a proponer en la próxima junta de ALMA. Reivindicación de la máquina de escribir, pero nada de eléctrica, la de pedal. Por nuestro bien.

Estas actividades extra-curriculares abarcan todo y pueden comportar un importante trastorno de la personalidad habitual. No importa. Estamos dispuestos a lo que sea con tal de no escribir, de no acercarnos a esa hoja en blanco.

Ejemplo 1: ayer estaba yo dale que te pego, porque con este último guión llevo unos tres meses de retraso sobre la agenda de entregas prevista y ya no hay excusas que valgan, ni cuenta corriente que lo aguante, cuando suena el teléfono. Albricias. Es Teófilo Calle, que la Unión de Actores va a publicar un libro maravilloso donde absolutamente debe figurar el testimonio de los guionistas. Que le escriba un artículo, que mínimo de cuatro folios, que para pasado mañana. Yo primero me disgusto, qué horror, con lo apurada que estoy de tiempo, con lo centrada en mi historia que por fin había logrado estar. Pero a los cinco minutos ya he arrinconado mi escaleta y estoy dando zapatetas y vítores a la Unión de Actores plenamente entregada a esta nueva oportunidad de haraganear que me brinda el compañero Teófilo.

Ejemplo 2: hoy llamo a un colega para ver cómo va con lo suyo (el teléfono es un medio insustituible para que el guionista pierda el tiempo, sólo comparable con el vasto mundo de posibilidades de escaqueo sin alejarse del ordenador que permiten internet y el correo electrónico). El colega lamentablemente no está. Ha ido a hacerse un traje a medida ante la eventualidad de que algún día le nominen para los Goya con alguno de los guiones que tiene a medias y que no logra terminar porque ha tenido que irse a hacerse un traje a medida. Me lo dice completamente en serio y yo le escucho con el respeto con que un enfermo escucha a otro, cuelgo y llamo a un segundo colega. Éste tampoco está. A media secuencia ha tenido una necesidad imperiosa de tener en sus manos una espada y se ha largado a Toledo a comprarla. Dice que le ayudará a ambientarse con el remake de 'Alba en América' que tiene entre manos. Ante tal panorama no me queda otra alternativa que ponerme con lo mío, el guión. A menos claro que me ponga a fregar la cocina de arriba abajo incluidos los baldosines. Esta posibilidad me tienta. De pronto siento una irresistible necesidad de pertrecharme de ajax y fregona, e internarme en el oscuro mundo que se oculta tras los electrodomésticos ésos que no hemos movido desde la mudanza. El guionismo hace a la gente más limpia.

Ejemplo 3: elecciones en la asociación de guionistas, renovación de cargos, que por qué no me presento a presidenta, que total no lleva tanto tiempo, que alguien tiene que hacerlo. Y yo, tras dudarlo unos instantes y sopesar las secuencias que me quedan para llegar a la bendita palabra FIN, decido alegremente que sí, que si es por los compañeros y combatir la injusticia social lo que haga falta. Si no escribo mi guión pues no lo escribo, total, ¿qué son un par de tardes al mes? ¿me dijeron al mes o a la semana?

Y pasan los meses y los guiones no se escriben y el cine español se queda sin unas cuantas indiscutibles obras maestras y yo, en lugar de trabajar, yo reflexiono: el mundo está mal repartido. Y me pregunto: ¿por qué no escriben ellos, Candi la panadera, el cuñado de la boda, la madre de mi productor, la enfermera casada, la ejecutiva de discográfica... que tienen tantas ganas?

viernes, 4 de julio de 2008

Burn After Reading y los consejos de los Coen

"Existen autores como Scorsese que parecen haber crecido con una idea casi religiosa del cine. Desde luego, ése no es nuestro caso."

Los Coen ya están de nuevo a la carga, y en el próximo Festival de cine de Venecia, abrirán el día 27 de Agosto el certamen con su nueva película 'Burn After Reading', una comedia negra al más puro estilo de los hermanos Coen que cuenta con uno de sus muchos actores amiguetes como George Clooney, al que acompañan Brad Pitt, John Malkovich, Tilda Swinton (que ha dicho que la película es una auténtica gamberrada, a ver si es verdad), y mi queridísima (mujer de Joel Coen) Frances McDormand. La película trata sobre un chico que trabaja en un gimnasio, Chad (Brad Pitt), que encuentra un Cd con las memorias de un agente de la CIA y decide chantajearle por una suma de dinero. A mí no me pinta nada mal, aunque espero con más ansias otras tres películas suyas todavía en fase de pre-producción: Suburbicon, The serious man y Hail Caesar.
Aquí está el trailer de Burn After Reading, ah, y por supuesto, Roderick Jaynes se vuelve a encargar de la edición:


Y ahora, los consejos de los Coen para abrirse camino en el mundo del cine:

1. Persigue tu pasión, no una carrera cinematográfica.
"Nosotros empezamos por el principio y no dejamos de trabajar hasta el final del guión. Escena por escena. Por momentos comprendes que te has metido en un callejón sin salida y no te queda otra opción que retractarte. Pero a veces ese callejón sin salida te fuerza a reflexionar para salir de ese callejón en el que te has metido."

2. Los escritores deben ser muy cabezones.
Cabezones con su historia, y posteriormente cabezones de cara a las posibles financiaciones. Se trata de insistir una y otra vez, desgastarse en llamadas y en pedir esos dichosos 10 minutos que le otorguen a uno para escuchar su pitch sin dejar nunca de creer en el proyecto.
"Con Blood Simple tuvimos que luchar lo indecible para que alguna productora nos hiciera caso. Después de filmarse la película las críticas no hicieron más que hablar de ella, y en Hollywood se preguntaron por qué nosotros no habíamos hecho más dinero o por qué no recaudaba más el film."

3. Hacer peliculas tiene más que ver con conseguir financiación que con hacer dinero.
Los Coen cobraron 15 dólares al día durante el rodaje de Blood Simple y decidieron pagarse 200 dólares por semana mientras editaban la película.

4. Hacer una película es un trabajo duro y la finalidad es acabarla, no que sea perfecta.
"Nunca tuvimos esa actitud obsesiva con los posibles fallos que íbamos descubriéndole a las películas. Lo importante era hacerlas."

5. Prepárate para ser muy pobre.
"Llegamos a Los Angeles con una película acabada y ningún estudio se dignaba a verla. Orion, por ejemplo, sólo quería pagarnos 250,000 dólares por el film, lo que para nosotros significaba una pérdida enorme. Finalmente lo que nos salvó el pellejo fueron los Festivales. Si Blood Simple fue un éxito fue por la prensa y los comentarios de la audiencia, nunca por el dinero que engendró el proyecto."

6. En Hollywood nadie sabe nada. Gánate a los críticos y participa en festivales si tienes la esperanza de recuperar tu dinero.
Los Coen se embarcaron en una aventura de la que salieron ganando por tener talento, pero el talento nunca es suficiente: el trabajo duro y el sentido de la publicidad con respecto a sus guiones son lo que los ha llevado lejos.
Hoy en día son miles las películas que siguen la ruta de los Festivales, incluso en Hollywood; el cine independiente se abre paso. Si no lo tienen claro, échenle un vistazo a Youtube.

Fuentes: http://lawrenceyong.wordpress.com/2008/05/12/6-filmmaking-lessons-from-coen-brothers/ y http://www.canaltcm.com/escritopor/posts